Esteban Paredes cumple 40 años en seis días, el 1 de agosto.

En su cumpleaños, y que no le quepa duda, la pregunta más repetida sabemos cuál será: será cuándo te retiras.

A los jugadores de fútbol al borde o cerca del retiro, de seguro que los asustan y les meten miedo. A los exitosos y a los que llegaron hasta por ahí no más.

Sus cercanos relatan experiencias, hay historias públicas y tanto cuento de terror circulando, donde el protagonista termina regresando a la pobreza y al anonimato, porque el dinero y las propiedades se le escaparon de los dedos, unos amigos desaparecieron y otros lo engañaron, y la prensa -ay, Dios mío- se esfumó.

Los que antes pedían cuñas, ahora te desprecian.

¿El respeto? Se desvaneció.

Los que antes te solicitaban una nota, ahora te ven en el estadio y se arrancan a la caseta de la radio o se meten al baño.

Son unos relatos de horror triste que estremecen: “Olvidarán rápido su nombre, compadre, y después a usted por completo, pero tampoco se amargue, es como es. ¿Se sirve otra? Ánimo, ánimo. En un par de años, en pocos años, eso sí, usted irá en micro, porque ya no va a tener auto, y un caballero lo va a mirar y pondrá cara de yo a ese gallo lo conozco, pero el viejo se baja en el siguiente paradero, y usted, compadre, seguirá sentado solito, olvidado y bien atrás ¿se da cuenta? Por eso le digo tómese la otra, y mucho mejor ahora que todavía está sano”.

Los que antes te pedían una opinión, ahora se ríen de lo que dices y no solo eso, también de como eres y como te vistes y piensas.

A los niños los asustaban o los asustan con el cuco o con el viejo del saco, aunque a lo mejor ahora es con el boogeyman.

A los jugadores de fútbol, que ya son hombres grandes, con tantas cosas.

Más que mal, desde que empezaron, les metieron en la cabeza una verdad con forma de maldición: la carrera es corta. Y después hay monstruos.

Esteban Paredes sabe del asunto y sabe que está pasado y, para hacerlo más justo y sabio, todos los saben. Después del próximo cumpleaños, más todavía.

¿Qué le habrán dicho a Paredes, el año 2000, cuando empezó en Santiago Morning? Que la carrera era corta, sin duda.

Con los años, por cierto, todo se hace corto.

Esteban Paredes, el 2020, estuvo detenido y en cuarentena al igual que sus compañeros y recién hace unos días el centrodelantero de Colo Colo volvió a entrenar. El técnico de la casa, Gualberto Jara, comentó que desde luego lo va a considerar, en principio para los segundos tiempos, porque por su edad la puesta a punto es lenta de lograr.

En el nivel actual del campeonato nacional, Paredes, por cierto, puede hacer una gracia, un gol espectacular y dejar algo para recordar, pero la verdad es que lo mejor ya fue y además lo hizo. Lo que viene siempre puede ser peor.

¿Retirarse en el año de la famosa pandemia y lo antes posible? Por supuesto que sí. No hay tiempo que perder. Afuera no hay monstruos.