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RenovarNoticias
Jueves 26 de marzo de 2020
Mayor seguimiento de tareas y TV educativa surgen como apoyo para complicado año escolar
Expertos llaman a que se refuerce el vínculo entre colegios y hogares. El calendario académico, en tanto, terminaría a fines de diciembre.
VALENTINA GONZÁLEZ
Al menos 32 días más sin ir al colegio les quedan por delante a párvulos y escolares: con los mayores resguardos para frenar el contagio del covid-19, vino la extensión de la suspensión de clases.
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, oficializó ayer los ajustes al calendario: la medida regirá hasta el 12 de abril, y entre el 14 y el 24 de ese mes los estudiantes estarán en vacaciones de invierno adelantadas.
El año escolar, en tanto, terminaría a fines de diciembre. Según el secretario de Estado, aún no existe peligro que se pierda. “No vemos riesgo en el cumplimiento del calendario académico”, aseguró.
Sin embargo, reconoció que la contingencia genera un desfase y que, cuando se retomen las actividades presenciales, “también será necesario tomar medidas de nivelación”.
Estrategias
Pese a lo inédito de la crisis, no es primera vez que el año académico de los escolares está bajo tensión. En 2011, la situación fue tan crítica por las tomas y movilizaciones, que el Gobierno creó el plan “Salvemos el año escolar”: implicaba iniciativas como hacer clases en lugares poco tradicionales —como preuniversitarios y bibliotecas, algo imposible en cuarentena— y abrir la opción a que los jóvenes dieran exámenes libres.
En el extranjero, algunos han optado por fórmulas drásticas: en ciertos lugares de Estados Unidos, por ejemplo, se determinó el cierre de escuelas por el resto del año académico. En su caso, el impacto es menor, pues sus cursos terminan entre mayo y junio. Otros países, en tanto, recurrieron rápidamente a la teleducación desarrollada en las últimas décadas.
“México y Colombia se han tomado en serio la oportunidad que ofrece la TV educativa. En Chile existe mucho material que podría aprovecharse desde el próximo lunes si así se decidiera, generando una franja educativa organizada por ciclos o niveles en la televisión abierta”, plantea Gonzalo Muñoz, académico de la U. Diego Portales. En Argentina, por ejemplo, se están emitiendo cuatro horas diarias de contenidos de este tipo.
Magdalena Vergara, directora de Acción Educar, señala que “países europeos y americanos están con medidas parecidas (a Chile)”. Si bien sugiere flexibilizar los procesos de aprendizaje y poner el foco en las habilidades socioemocionales, considera necesaria una mayor retroalimentación entre colegios y hogares. “Es relevante cómo se orienta a los padres, para que el niño vea que las cosas que están haciendo están siendo vistas por el adulto a cargo”, dice.
Ante la contingencia, los colegios han debido adaptarse. En Santiago, por ejemplo, el Liceo Miguel de Cervantes pasó, en días, de no tener página web a contar con un sitio que incluye acceso a Google Classroom. El director de la enseñanza básica, Guillermo García, señala que allí pueden hacer preguntas y cuestionarios con rúbricas para evaluar. Por ahora, eso sí, solo para monitorear los avances. Sin embargo, adelanta que “si esto se extiende más de un mes, no puede ser solo formativo”.
En la Escuela República de Colombia, en la misma comuna, crearon un canal de YouTube donde los profesores suben videos. “La crisis hace que aflore la creatividad”, dice la directora Ana Peña.
En Vallenar, en la Escuela José Caroca Laflor, del servicio local Huasco, tomaron otra opción: abordar la materia de forma interdisciplinaria. La directora Marina Gálvez cuenta que han hecho actividades como pedir a los alumnos que hagan videos disertando sobre el calentamiento global, combinando Lenguaje y Ciencias.
¿Y los universitarios?
La situación de la educación superior contrastaría con la de los colegios. “Lo que se ha suspendido ahí son las clases presenciales, pero la formación a distancia se ha mantenido”, distingue Figueroa.
El subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, apunta que “universidades, CFT e IP, dado que son autónomos, seguirán los procesos formativos que han informado”.
El Mineduc sostiene que ha entregado apoyo a las instituciones que, hasta ahora, no habían desarrollo sus plataformas virtuales. Así, mediante un acuerdo con Google se otorgará acceso gratuito a herramientas: una decena de planteles ya se inscribió.
Al menos 32 días más sin ir al colegio les quedan por delante a párvulos y escolares: con los mayores resguardos para frenar el contagio del covid-19, vino la extensión de la suspensión de clases.
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, oficializó ayer los ajustes al calendario: la medida regirá hasta el 12 de abril, y entre el 14 y el 24 de ese mes los estudiantes estarán en vacaciones de invierno adelantadas.
El año escolar, en tanto, terminaría a fines de diciembre. Según el secretario de Estado, aún no existe peligro que se pierda. “No vemos riesgo en el cumplimiento del calendario académico”, aseguró.
Sin embargo, reconoció que la contingencia genera un desfase y que, cuando se retomen las actividades presenciales, “también será necesario tomar medidas de nivelación”.
Estrategias
Pese a lo inédito de la crisis, no es primera vez que el año académico de los escolares está bajo tensión. En 2011, la situación fue tan crítica por las tomas y movilizaciones, que el Gobierno creó el plan “Salvemos el año escolar”: implicaba iniciativas como hacer clases en lugares poco tradicionales —como preuniversitarios y bibliotecas, algo imposible en cuarentena— y abrir la opción a que los jóvenes dieran exámenes libres.
En el extranjero, algunos han optado por fórmulas drásticas: en ciertos lugares de Estados Unidos, por ejemplo, se determinó el cierre de escuelas por el resto del año académico. En su caso, el impacto es menor, pues sus cursos terminan entre mayo y junio. Otros países, en tanto, recurrieron rápidamente a la teleducación desarrollada en las últimas décadas.
“México y Colombia se han tomado en serio la oportunidad que ofrece la TV educativa. En Chile existe mucho material que podría aprovecharse desde el próximo lunes si así se decidiera, generando una franja educativa organizada por ciclos o niveles en la televisión abierta”, plantea Gonzalo Muñoz, académico de la U. Diego Portales. En Argentina, por ejemplo, se están emitiendo cuatro horas diarias de contenidos de este tipo.
Magdalena Vergara, directora de Acción Educar, señala que “países europeos y americanos están con medidas parecidas (a Chile)”. Si bien sugiere flexibilizar los procesos de aprendizaje y poner el foco en las habilidades socioemocionales, considera necesaria una mayor retroalimentación entre colegios y hogares. “Es relevante cómo se orienta a los padres, para que el niño vea que las cosas que están haciendo están siendo vistas por el adulto a cargo”, dice.
Ante la contingencia, los colegios han debido adaptarse. En Santiago, por ejemplo, el Liceo Miguel de Cervantes pasó, en días, de no tener página web a contar con un sitio que incluye acceso a Google Classroom. El director de la enseñanza básica, Guillermo García, señala que allí pueden hacer preguntas y cuestionarios con rúbricas para evaluar. Por ahora, eso sí, solo para monitorear los avances. Sin embargo, adelanta que “si esto se extiende más de un mes, no puede ser solo formativo”.
En la Escuela República de Colombia, en la misma comuna, crearon un canal de YouTube donde los profesores suben videos. “La crisis hace que aflore la creatividad”, dice la directora Ana Peña.
En Vallenar, en la Escuela José Caroca Laflor, del servicio local Huasco, tomaron otra opción: abordar la materia de forma interdisciplinaria. La directora Marina Gálvez cuenta que han hecho actividades como pedir a los alumnos que hagan videos disertando sobre el calentamiento global, combinando Lenguaje y Ciencias.
¿Y los universitarios?
La situación de la educación superior contrastaría con la de los colegios. “Lo que se ha suspendido ahí son las clases presenciales, pero la formación a distancia se ha mantenido”, distingue Figueroa.
El subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, apunta que “universidades, CFT e IP, dado que son autónomos, seguirán los procesos formativos que han informado”.
El Mineduc sostiene que ha entregado apoyo a las instituciones que, hasta ahora, no habían desarrollo sus plataformas virtuales. Así, mediante un acuerdo con Google se otorgará acceso gratuito a herramientas: una decena de planteles ya se inscribió.
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