Este es un histórico local de Santiago poniente que se ha extendido a otras comunas. En el caso de Providencia fue primero en calle Suecia, donde estuvo el Centre Catalá. Y ahora lo hace en la esquina de Condell con Rancagua, donde estuvo el Cocina Brava. Sin variar su propuesta original, su apuesta es por los pescados y mariscos, los que son habidos —obviamente— en esta, su más reciente casa.
Con poco de abierto, hay que decirlo: les falta un poquito de energía en su rodaje. La necesaria para que las ostras, motivo de su bautizo, no lleguen tarde. La situación fue esta: se pidió una Primavera Azócar ($18.900), una de esas combinaciones que dejan contentos a todos. Con patas de jaiba, trozos de pescado y camarones fritos con panko y un potecito minúsculo —ni de cóctel de degustación— con cebiche de salmón. Primero, se demoraron veinte minutos —con tres mesas ocupadas— para venir a decir que en este mix faltaba parte de lo ofrecido… las ostras. Que venían en camino (es como esos chistes, ¿no?, de si fueron a pescar, cosechar o a cazar lo de la carta). En fin. Lo frito estaba impecable. Y la copa de vino blanco, a $3.200, fría y algo escueta. Y el agua mineral Porvenir, servida en una copa de Acqua Panna.
Luego fue el turno de los fondos. Primero, y siguiendo con la mejor técnica del lugar, una presa de congrio frito ($8.200), impecable (algo poco común, la verdad). De acompañamiento, una abundante ensalada chilena ($3.400), hecha con corte fino y un ají verde coronando. Nuevamente muy bien. El problema vino a continuación y lo puso el exceso de queso del risotto de mariscos ($7.200): por un lado venía integrado (hasta con un pelotón en medio) y por el otro también encima, en una cantidad casi pornográfica. Si consideramos esa ley no escrita de los italianos, de no exagerar —o definitivamente, no poner— queso en las preparaciones con pescados y mariscos, esta es una herejía mayor. Pero no es necesario ser tan extremos, ni en la carencia ni en la expresividad excesiva. El tema es, ¿para qué incorporar buenos productos en el risotto, como una cuota de centolla, si apenas puede lucirse? Además, el arroz no estaba al dente.
Al ir terminando los platos principales, llegó el platito con las ostras que faltaban.
Maravillosas.
Tarde.
Rancagua 0495, 227279462.