Esta es una película que realmente no cumple con las expectativas, sin embargo, no se trata de ser cruel con esta versión de “Los ángeles de Charlie”. Está para los años que vivimos de #metoo y sororidad y la verdad es que no alcanza con esos mensajes a concretar el ideal de cualquier historia: ser una buena trama para el público. La directora Elizabeth Banks, que se reserva el papel de la nueva y femenina Bosley, se empeña en las bromas pequeñas y de nicho y eso está bien cuando se tiene resuelto lo primordial: una historia cerrada y sin hoyos. Siendo justos, esta nueva versión de la serie de TV ochentera divierte y se pasa ok, pero su liviano propósito en la vida no la exime de la culpa de ser un producto al debe. Faltó más esmero en la construcción de estas caricaturas y menos autoconciencia en la franquicia, ya que por momentos esto parece un museo vivo de la saga, que incluye la serie y las previas y mejores adaptaciones para el cine. Reitero: uno se divierte y olvida de lo visto, desechable en su máxima expresión. Comedia reguleque, sirve para pasar el verano.
119 minutos. TE. En cines.