La edición de noviembre de la revista “Cordis” está dedicada a las tecnologías para enfrentar el terrorismo. La Unión Europea la publica en el cuarto aniversario de los ataques en París que mataron a 138 personas e hirieron a 413 (https://cutt.ly/HeSdgKU). Publica:
“Así, en un mundo peligroso y polarizado, la seguridad sigue estando en los primeros puestos en las prioridades políticas (…) es una responsabilidad común, pues, en un mundo interconectado y digital, ningún país puede poner en práctica una política de seguridad con 100% de éxito sin la cooperación y colaboración de otros países.”
El programa Horizonte 2020 de la UE financia soluciones innovadoras de seguridad. Solo son una parte —admite “Cordis”— junto con la igualmente importante investigación en ciencias sociales, para ayudarnos a comprender mejor las condiciones socioeconómicas que alimentan y promueven el terrorismo como ideología.
Siete proyectos están en prueba, se entregarán el 2020.
1. Un método crítico del discurso, MWDIR, informa sobre el uso de redes sociales por los movimientos terroristas. Aprende del Estado Islámico, cuyo fundamento se basa en dos factores. Primero, la reelaboración de los mitos religiosos tradicionales para luego apropiarse de la comunidad resultante, anclada en referencias al pasado y enemiga de “el otro”. Segundo, la propaganda retórica estratégica para atraer a personas a luchar contra la amenaza, creada o percibida, a sus valores más sagrados.
2. Multitudes más seguras en concentraciones. El proyecto LETS-CROWD aporta en planificación y herramientas de vigilancia. Controla las fases de planificación, ejecución y la fase posterior de un evento. Puede recopilar, supervisar y analizar la información publicada en línea antes y durante el evento. La herramienta abarca la gestión de datos, la aprobación, la creación de políticas y su aplicación en un evento. Incluye una opción de evacuación en tiempo real.
3. Para neutralizar las amenazas de bomba, el sistema Entrap busca reducir la probabilidad de un ataque (prevención y detección), o limitar su impacto (reacción y mitigación). Incluye el control de precursores de explosivos y ubicación de lugares de fabricación.
4. El olfato electrónico detecta explosivos. El proyecto AirBrush es un sistema no invasivo que detecta vapores e identifica explosivos en áreas públicas.
5. Detección de actividad terrorista en internet y redes sociales. El proyecto RED-Alert, de inteligencia artificial, informa de mensajes terroristas y de desinformación. Analiza el lenguaje natural, aplica el análisis social semántico, recorre redes sociales, procesa eventos complejos. Al fin, recopila, procesa, visualiza y almacena los datos en línea relacionados con grupos terroristas. El sistema no amenaza la privacidad de los ciudadanos, según “Cordis”.
6. Análisis de video para la velocidad de la investigación. Las cámaras de seguridad captan millones de imágenes. El proyecto Victoria quiere automatizar la revisión de estas horas y horas de videos. Procesa y analiza datos brutos, identifica puntos de interés. Clasifica y etiqueta las pruebas (rostros, personas, vehículos, objetos o sonidos) para el trabajo de los investigadores.
7. Nuevas herramientas contra la ciberdelincuencia. Titanium identifica a los ciberdelincuentes, aunque se escondan tras el seudoanonimato de las monedas virtuales. Las herramientas respetan las normativas de privacidad de la Unión Europea.