Señor Director:

En abril de 2013, su diario publicó la carta que copio a continuación. Penosamente, una vez más estamos recorriendo el mismo camino que conduce a la polarización. Estamos a tiempo de rectificar y no ahondar más nuestras divisiones y de reservar la gravísima sanción que representa una acusación constitucional para situaciones que lo ameriten sin lugar a dudas.

Contribuiría a este espíritu si la ministra Cubillos, junto con defender la falta de méritos de la acusación constitucional, reconociera que como diputada que acusó a la ministra Provoste, pudo haber contribuido al uso político y desnaturalización de esta grave sanción.

Hay mucho que hacer por mejorar nuestra educación, concentremos ahí todas nuestras energías.

“Señor Director:

Hace cinco años, en esta misma fecha, el Senado aprobó una acusación constitucional contra la ministra de Educación de la época, la profesora Yasna Provoste. Creí en su momento que no había el mérito suficiente en los cargos que se le hicieron a la ministra como para destituirla y dejarla inhabilitada por cinco años.

En estos días, el Senado nuevamente tendrá que pronunciarse sobre una acusación constitucional contra el ministro de Educación, Harald Beyer. Nuevamente estimo que hay una desproporción entre las acusaciones que se formulan y la sanción propuesta de destitución e inhabilidad. El ministro Beyer no solo ha tenido una destacada dedicación a la política educacional, sino que además está impulsando iniciativas legales para la regulación y fiscalización de la educación superior. Precisamente el campo donde la acusación lo cuestiona.

Existe la posibilidad de no repetir en esta oportunidad con el ministro Beyer la injusticia que se cometió hace cinco años. Se daría un ejemplo al enmendar lo que ocurrió anteriormente.

El país experimentó en el pasado las consecuencias de las acusaciones constitucionales como arma política, que cuando no tienen el suficiente sustento, solo se traducen en polarización y crispación de la vida política. No queremos recorrer ese camino. El país ha progresado en todos los ámbitos, incluyendo la educación, cuando ha logrado acuerdos en pro del interés nacional”.

José Pablo Arellano Marín