Señor Director:

Un reciente estudio de la Cámara Chilena de la Construcción plantea que el acceso a la vivienda es “severamente no alcanzable” para los chilenos, debido principalmente a las restricciones o prohibiciones al crecimiento (urbano), que destruirían un mercado de suelo competitivo y empujarían los precios al alza. Una hipótesis discutible, porque en el mundo existen experiencias y análisis que señalan lo contrario: la falta de regulación y la liberalización del suelo son lo que lleva a estos incrementos.

Si queremos hacernos cargo de este problema, podemos avanzar en las siguientes áreas:

Renovar barrios bien localizados. La falta de suelo debe descartarse de plano. Se ha demostrado que las grandes urbes cuentan con terrenos suficientes. Lo que se requiere es fomentar alianzas público-privadas para recuperar barrios centrales deteriorados. Esto implica, entre otras cosas, cambiar la evaluación de rentabilidad social de proyectos, ponderando impactos en forma más amplia e integral.

Generar una oferta pública de arriendos. Los países que mejor han logrado sortear la escalada de precios cuentan con un amplio stock de vivienda pública en arriendo. Nuestros municipios carecen de esta herramienta y deberíamos ver la forma de impulsarla.

Fortalecer el combate a la especulación. Nuestras ciudades tienen muchos terrenos eriazos a la espera de que su valor aumente. En el intertanto, son un foco de delincuencia, insalubridad y deterioro. La sobretasa es baja. Las facultades municipales, escasas. Los impuestos a las plusvalías llegaron tarde y son insuficientes. Deben reducirse los rangos exentos y considerar las obras públicas que aumentan su valor. El impuesto territorial debe mejorar su fiscalización y terminarse con los inmuebles agrícolas en el radio urbano.

Reformular franquicias. Mientras se concluye que la vivienda es inaccesible, el sector inmobiliario concentra franquicias por, al menos, US$ 1.500 millones anuales. La rebaja de la base imponible de los intereses hipotecarios y el crédito IVA a la construcción fueron creados en otro contexto. Debemos focalizar estos recursos en subsidios y beneficios para primeros compradores de ingresos bajos y medios.

Aumentar la construcción de viviendas sociales. No podemos olvidar que el déficit principal de viviendas se concentra en los sectores de menores ingresos.

Carlos Montes
Senador PS