A comienzos de este mes, en recintos universitarios y municipales, se organizaron actividades para conmemorar 60 años de la revolución cubana. Convocatoria realizada por organizaciones sociales, juveniles, agrupaciones formadas especialmente para el acto y políticos de izquierda jóvenes y adultos, cursando invitaciones a diplomáticos venezolanos y nicaragüenses, y desplegando lienzos con la imagen de Fidel Castro. Acontecimiento sin resonancia, en realidad, pero sorprende que se enaltezca tan vetusta dictadura, teniendo en cuenta el trastorno continental que ocasionó y la nociva influencia que tuvo en las izquierdas de nuestro país.
Influyó en el Partido Socialista desde su inicio y más tardíamente en el Comunista, de raigambre más soviética. Corriendo la década de 1960, el PS fue exteriorizando un carácter revolucionario, al tiempo que progresivamente asumía la vía armada como método de lucha política: congresos de 1965 y 1967. En 1971, ya en pleno gobierno de la Unidad Popular, su comité central apoyaba mayoritariamente al Ejército de Liberación Nacional para desarrollar la guerrilla en Latinoamérica, y su secretario general (Carlos Altamirano) señalaba que el futuro de la UP no estaba sometido a las urnas.
En noviembre de 1971, Fidel Castro visitó Chile respondiendo la invitación del Presidente Allende, quien había reanudado las relaciones con Cuba, rotas desde 1964. La estadía programada era de 10 días, pero motu proprio decidió extenderla a 24. Recorrió el país de norte a sur, sus centros productivos, asistió a concentraciones preparadas y se reunió con todos los sectores afines al Gobierno. El acontecimiento más recordado es el discurso de despedida que pronunció en el Estadio Nacional. Habló de Cuba. "Se fueron uniendo progresivamente las fuerzas revolucionarias... y hoy en nuestro país hay una sola fuerza del pueblo cubano... un nivel de unidad, un gran desarrollo de la conciencia revolucionaria". Se refirió también a Chile. "¿Quieren saber una opinión? El éxito o el fracaso de este insólito proceso -la vía chilena al socialismo- dependerá de la batalla ideológica y de la lucha de masas, de la habilidad, del arte y ciencia de los revolucionarios para sumar, crecer y ganarse las clases medias de la población... solo queremos decirle, querido Presidente, a usted y los chilenos, que con Cuba pueden contar con su solidaridad desinteresada e incondicional... ¡Patria o muerte! Venceremos...".
¿Qué significado tenían esos pasajes?
La Unidad Popular estaba dividida. Un sector liderado por el PS, afín a los postulados revolucionarios del "Che" Guevara -la inevitable necesidad de la vía armada para conquistar el poder e imponer el socialismo-, al cual se sumaron una facción del MAPU, la Izquierda Cristiana, más el apoyo del MIR, distante de la UP precisamente por su "guevarismo" acendrado, pues no creía en la vía institucional. El otro sector lo conformaban el PC, la restante facción del MAPU y un segmento de radicales. Este último bando era algo más moderado y se opuso al enfrentamiento armado a la cubana, promoviendo un avance gradual, por etapas, y una vez aseguradas, seguir avanzando.
Fidel encontró "insólita" la experiencia chilena, porque en su mente era impropio llegar al socialismo por vía democrática, máxime con indefiniciones estratégicas. Por eso traía a colación el ejemplo cubano y que de eso dependía el éxito o fracaso del proceso local, ofreciendo con "desinterés" el apoyo de Cuba. Quiso "pautear" a Allende y la UP; con talante frío y perverso, estimuló el conflicto interno para profundizar el proceso chileno.
Después del golpe de Estado y suicidio de Allende, cavilando en un discurso (28/9/73), Castro dijo que el mejor obsequio que hizo al Presidente "fue ese fusil automático para defender el gobierno de la UP. Fue mucha la premonición que tuvimos... ¡Y si cada trabajador y cada campesino hubiesen tenido un fusil como ese, no habría habido golpe fascista!" ¿Qué esperaba ocurriera entre los chilenos, cualquiera fuera el costo? ¿Le importaban Allende y su vía chilena? ¿Eso conmemoran?