En 2018, la inmigración saltó a la primera línea de la agenda, y cuando faltaba un mes para que el gobierno de Sebastián Piñera asumiera, este ya había informado cambios en la materia. Entre otras medidas (ver infografía), el Presidente comunicó que se exigiría la visa consular de turismo a los haitianos, y dio a conocer un nuevo visado para los venezolanos: la visa de responsabilidad democrática.

A casi ocho meses de esos anuncios, los datos muestran un claro impacto de estas medidas. Según un balance del Ministerio del Interior, al que accedió "El Mercurio", los flujos migratorios desde Haití y Venezuela tuvieron cambios considerables en su composición.

En el caso de los isleños, el ingreso bajó desde 113.548 en todo 2017 a 35.773 durante los primeros 11 meses del año. En el de los venezolanos, la cifra se elevó desde 176.269 a 211.747 en el mismo período, un 20% que durante todo el año pasado.

En un desglose mensual, los haitianos pasaron de 15 mil en enero a tan solo 44 el mes pasado. Los venezolanos, en tanto, incrementaron su saldo migratorio -diferencia entre los ingresos y salidas- de 115.101 en 2017, a 139.846 a noviembre de este año.

Otro flujo a monitorear

Aunque Brasil no figura entre los principales países de origen de los inmigrantes radicados en Chile, el jefe del Departamento de Extranjería y Migración (DEM), Álvaro Bellolio, afirma que ven con mucha atención el caso. Este año, el saldo migratorio fue negativo: es decir, salieron 6.349 personas más de las que ingresaron. "En 2019, nos gustaría saber si el cambio de gobierno (cuando asuma Jair Bolsonaro) tendrá un impacto en la política migratoria chilena. Es súper interesante, es un tema a considerar", explica. La historia ha mostrado que las decisiones de Brasil tienen, eventualmente, un impacto en Chile; así ocurrió, por ejemplo, cuando comenzaron a exigir visa a los haitianos y el flujo se derivó hacia el sur.

"Las migraciones tienen mucha relación con la teoría de juegos. Cuando decides migrar, es muy difícil detener esa decisión. Pero a dónde voy, depende mucho de los incentivos en cada país", plantea Bellolio.

El efecto de la visa

Cuando se anunció la instauración del requisito para los isleños, algunas organizaciones migrantes advirtieron que aumentaría la irregularidad.

En 2017, la PDI detectó 12 ingresos clandestinos de haitianos. Este año, son 21, pero 13 ocurrieron entre enero y abril. "Entraban más haitianos de forma clandestina antes de la visa que después", enfatiza Bellolio.

También destaca el caso de los cubanos, a quienes también se les exige visado. En abril se registró el mayor número de intentos de personas de esa nacionalidad por entrar de modo clandestino a Chile. "Abrimos la regularización y durante un mes se podían inscribir. En el caso de Cuba, claramente se pasaron el dato (...) Cuando terminó el plazo, la cifra bajó. Esto te demuestra el potencial de los incentivos", plantea el jefe del DEM.

A junio de 2018, según datos obtenidos por Ley de Transparencia, los cubanos habían hecho 2.541 solicitudes de refugio en Chile. En 2016 fueron 56. "Dado que la situación democrática en Venezuela es similar a la de Cuba, se podría tener una visa de responsabilidad democrática", analiza el director del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), José Tomás Vicuña.

Los desafíos

Entre enero y noviembre, el DEM recibió 425.156 solicitudes de documentos, un 22% más que en el mismo período del año pasado. El gran cambio se vio en la demanda de visas sujetas a contrato, tras la eliminación de la visa por motivos laborales, a la que el Gobierno puso fin al evaluar que contribuía a la irregularidad. "Nos dimos cuenta, por ejemplo, de que había una pyme que jamás había dado factura y daba 200 contratos al mes", explica Bellolio. Este año se han pedido 31.967 visas sujetas a contrato, mientras que el año pasado, hasta noviembre, solo se habían solicitado 3.587.

Tras las medidas aplicadas este año, el jefe del DEM apunta a la automatización y digitalización de los procesos como el principal desafío para 2019.

"Hemos tenido diferencias con algunas medidas, pero hemos felicitado otras, como el proceso de regularización, la apertura de la nueva oficina en Matucana y la presentación del proyecto de ley", dice Vicuña.

Sin embargo, alerta sobre los efectos que podría tener el modo en que se han comunicado algunas medidas, como las expulsiones: "Parece que la mediatización de la migración está por sobre la experiencia personal". Cita lo revelado por la Encuesta Bicentenario 2018: 44% dijo ver "un gran conflicto" entre chilenos y migrantes, pero el 87% declaró no haber tenido malas experiencias con los extranjeros.

"Las medidas administrativas que se tomaron en marzo fueron bastante acertadas", evalúa a su vez el alcalde de Estación Central y presidente de la comisión de Asuntos Migrantes de la Asociación Chilena de Municipalidades, Rodrigo Delgado.

No obstante, resalta que los desafíos aún son grandes para las comunas: "Con los flujos que se recibieron en 2017, fundamentalmente, desarrollar estrategias para poder, por ejemplo, dar cupo a los que están en lista de espera en jardines infantiles, no es algo que se resuelve en un año".