EL TALENTOSO REALIZADOR DAMIEN CHAZELLE CAMBIA DE REGISTRO y del estilo musical que vimos en "Whiplash" y "La la land", y asume las vestimentas del drama clásico en este biopic de Neil Armstrong, el primer ser humano en pisar la superficie lunar. Con infartante pulso narrativo, la pedagógica cámara de Chazelle describe la carrera espacial de los años 60 no solo desde el punto de vista de la NASA, sino que desde el dolor de un astronauta (bien, Ryan Gosling) atrapado en su silencioso duelo emocional: la muerte de su pequeña niña, que será su viaje interior profundo mientras que su carrera profesional va en sentido contrario, afuera de la atmósfera terrestre, en dirección a la Luna. Aunque todo el artefacto sensorial y cinematográfico de Damien Chazelle nos haga creer que este despegue es sobre llegar al espacio, en verdad la poesía de su película va instalando, escena tras escena, diálogo tras diálogo entre Gosling y su esposa -una insuperable Claire Foy-, los cimientos de un desplazamiento interior sin parangón: un lírico ejercicio sujeto a la realidad de los hechos y con los pies en la Tierra, sin duda, pero con la sensibilidad etérea necesaria, y creciendo a cada minuto más fuerte en su interior, para convertir a esta película en una "bella con alma".
"First Man". EE.UU., 2018. 141 min. T.E.