MORTADELO Y FILEMÓN, DOS PERSONAJES ESTRAMBÓTICOS Y TORPES QUE HACEN LAS VECES DE DETECTIVES, FUERON CREADOS EN 1959 POR FRANCISCO IBÁÑEZ y su historieta aún existe, por lo que están incrustados en la cultura española.
Javier Fressard, un director de numerosos cortos y alguno nominado al Oscar, dirigió dos versiones para el cine: "La gran aventura de Mortadelo y Filemón" (2003), con actores de carne y hueso, y "Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo" (2014), una película de animación.
Así entonces, solo alguien con esa experiencia y oficio en el humor, en lo popular y en el imaginario español, podría animarse con "Somos campeones", una película interpretada por nueve españoles y una española, que comparten la misma característica: son "subnormales".
Un término antiguo y ahora inapropiado, según lo recuerda Amparo (Luisa Gavasa), la madre de Marcos Montes (Javier Gutiérrez), un violento y conflictivo entrenador de básquetbol que causa un accidente automovilístico, por lo que es castigado a tres meses de trabajo comunitario como técnico del equipo "Los amigos", compuesto por discapacitados intelectuales, que es el término de uso actual.
"Somos campeones" transita por un camino que marcha en procesión por las estaciones típicas del grupo humano frustrado y derrotado -promoción, curso, pandilla o club- que va de menos a más.
Y ese tránsito, por cierto, es una lección de vida, sobre todo para el entrenador, así que la película no esquiva los lugares comunes ni las estaciones sentimentales, para que el género se mantenga intacto y previsible, y para que el reparto con gente discapacitada no implique modificaciones ni diferencias.
Montes, ese técnico arrogante e iracundo, debe bajar la cerviz y humillarse en un gimnasio pobre y desatendido, para que ese grupo intente jugar, convertirse en equipo e incluso soñar con participar en un campeonato nacional.
El entrenador está en medio de una pesadilla, porque no oculta su rechazo y aversión hacia el grupo, gente a la que teme y por eso los evita y les huye.
Demás está decir que el sentir del entrenador no es único ni exclusivo de su personaje y representa la relación de las mayorías con el raro y distinto.
El humor de "Somos campeones", entonces, parte de esa realidad y no le teme a las incorrecciones, más bien las enfrenta y encara con franqueza y hasta con brutalidad, sin remilgos, cuidados ni disimulos.
Es a propósito de la obsesión sexual de alguno o de las repeticiones de casi todos; es por los cálculos absurdos y delirantes, los tics inaguantables, las distracciones instantáneas o la concentración inútil en asuntos ínfimos.
Es un humor que surge de la impaciencia, ignorancia, desconfianza y miedo que provoca lo que no se entiende: gente como Benito, la niña Collantes, el sucio de Juanma o el hipocondríaco Marín.
"Campeones". España, 2018. Director: Javier Fressard. Con: Javier Gutiérrez, Athenea Mata, Luisa Gavasa. 124 minutos. TE.