¿Para qué sirve un fin de semana dedicado a escuchar a un filósofo sobre la importancia de leer a los clásicos, o a un neurocientífico sobre la arquitectura de nuestro cerebro y cómo influye en nuestras decisiones; un panel en el que distintos pensadores conversarán sobre la tan polémica corrección política, o sobre el impacto que producen las actividades humanas sobre la Tierra; un diálogo local en torno al significado e importancia del agua en Valparaíso; sorprenderse con los nuevos retos de la astronomía, o pensar en cómo serán los ciudadanos del futuro?
Para nada, en realidad; salvo para hacernos más humanos y poder habitar mejor el mundo que nos rodea, conforme al espíritu del tiempo.
Puerto de Ideas se pensó con ese objetivo: traer hasta nuestros puertos lo mejor del pensamiento y la reflexión nacional e internacional, para que todo ciudadano pueda también participar en la conversación mundial sobre los grandes temas de nuestros tiempos. Esta es la fiesta que ocurre todos los años en Valparaíso; la fiesta del placer de una conferencia donde es posible apreciar un pensamiento original; la fiesta de la reflexión colectiva, de la confrontación respetuosa de diferentes visiones de mundo; del desafío de abordar un tema difícil y contingente desde distintas disciplinas.
Si algo tenemos claro hoy, donde nada es totalmente prístino, es que no podemos entender el mundo y la sociedad desde un solo punto de vista sin una reflexión multidisciplinaria. Nada, ni el problema del derretimiento de los glaciares de Campo de Hielo Sur, ni la violencia en las aulas, ni la marcha de hondureños huyendo de la pobreza, ni el resguardo del patrimonio arquitectónico, ni la zona de sacrificio de Quintero, ni el recorte en el presupuesto de cultura, tienen soluciones simples y unívocas. Cada uno de estos conflictos que vivimos requiere, además de la buena voluntad de muchos, la conjunción de múltiples aportes desde muchas disciplinas distintas.
La información existe, está disponible democráticamente para todos, pero para que esa información no sea solo una suma de datos, es fundamental transformarla en conocimiento, lo que implica entendimiento, reflexión y opinión.
Hoy inauguraremos la octava versión del Festival Puerto de Ideas Valparaíso con el mismo espíritu inquieto y curioso por nuestro pensamiento contemporáneo del primer año, seguros de que nuevas formas de pensar generan necesariamente nuevas formas de hacer.
Estamos orgullosos y contentos de poder invitarlos a un fin de semana inútil; no vamos a ganar ni un peso, no recibiremos un título que nos haga más sabios, no adelgazaremos. Pero sí seguros de que estaremos felices de escuchar un pensamiento original, ver una rupturista danza en las calles, dialogar sobre conflictos sociales, construir comunitariamente un edificio monumental, pensar en la realidad que viven hoy los jóvenes en Latinoamérica, escuchar el ritmo acompasado del flamenco gitano, filosofar en un café. Maravillosa inutilidad.
Chantal Signorio
Directora del Festival Puerto de Ideas