LOS TÍTULOS DE LA CLASE "EL VENGADOR ANÓNIMO" (1974), "EL CASTIGADOR" (2004) O "EL JUSTICIERO" (2014) dejan en claro que el tema en cuestión es un vigilante urbano que se toma las armas, la ley y especialmente la venganza en sus manos.
Películas con secuelas y remakes que se nutren con los discursos políticos e influencias de la época, y lo de ahora es una protagonista femenina: Riley North (Jennifer Garner), mujer de clase media, funcionaria bancaria y sostén de su familia. Ella es la que sufre el asesinato de su esposo e hija de 10 años, para luego padecer a una policía inoperante y a jueces inútiles, donde la corrupción es universal y todos reciben los favores y dineros de un cartel latino de la droga dominado por un tal Diego García (Juan Pablo Raba).
Riley deja Los Angeles y se pierde durante cinco años en un itinerario que no es nítido ni detallado, pero hay imágenes donde boxea y regresa experta en artes marciales, fusiles de asalto, lucha cuerpo a cuerpo y duelos con cuchillo.
El periplo de la funcionaria y dueña de casa es el clásico de un superhéroe como Batman, que aprendió a luchar con maestros chinos en el lejano Oriente, algo similar a lo que hace Riley, en mucho menor escala, por supuesto.
La propia película tiene esta conexión en la producción, porque es una sociedad entre empresas de Estados Unidos y la multinacional china Huayi Brothers, poderosa, prolífica y detrás de títulos tan diversos como "Warcraft" (2016), "A la deriva" (2018), "Milla 22: el escape" (2018) o "¿Quién mató a Los Puppets?" (2018).
Pero en el ADN e historia del cine chino popular está el género de las artes marciales de The Shaw Brothers o las estrellas de Bruce Lee, Jet Li o Jackie Chan en el sello Golden Harvest.
"Justicia implacable" recorre esta herencia con propiedad y sin necesidad de psicología, porque Pierre Morel, director de "Búsqueda implacable" (2008) y "The gunman: el objetivo" (2015), entiende que la película es física, para los extramuros de la corte y festivales, y que no se puede comparar con una superproducción millonaria, con más estrellas y efectos visuales, porque carece de reparto, pedigrí y dinero.
La película, en ocasiones, prefiere las secuencias demenciales de la heroína contra un ejército de hombres forrados en armas, donde es bueno el ejemplo de Amazing Piñatas, una empresa de camuflaje, para que Riley dé cuenta personalmente, tanto con bala, manopla o cuchillo, de hasta quince fieros criminales, si la suma no engaña.
"Justicia implacable" nunca se aparta de su peso y posibilidades, permanece fiel en la guarida del género menor, siempre refugiada en lugares comunes elementales y casi minerales, que respiran repetición, venganza, certeza de resultados, esperanza de secuela, recuerdo de rotativo y aroma de máquina de cabritas.
"Peppermint". EE.UU.-Hong Kong, 2018. Director: Pierre Morel. Con: Jennifer Garner, John Gallagher Jr., Juan Pablo Raba. 110 minutos. Mayores de 14 años.