Señor Director:

Muchos de nosotros hemos jugado Monopoly, ese juego de mesa que asociamos a educación financiera y compraventa de propiedades. Sin embargo, tal parece que las reglas del juego cambiaron.

Nos encontramos con el aviso del juego en la revista de una conocida multitienda: "Monopoly edición para tramposos", donde aparecían frases como: "El juego donde el más tramposo ¡gana!"; "¡Ojo con las manos largas! no habrá banquero designado"; "Las nuevas tarjetas te permitirán hacer trampa", y "Pero cuidado si te pillan... ¡Vas esposado a la cárcel!".

Evidentemente, los tiempos han cambiado, pero de verdad, ¿es necesario darle espacio a la trampa? Creemos que plantear el juego de esa forma le quita el propósito educativo y fomenta las prácticas corruptas en las nuevas generaciones, contradiciendo valores como la ética y la integridad.

Además, no es coherente que justo cuando Chile comienza a avanzar en materia de transparencia en los negocios aparezcan juegos como estos, que no solo destruyen las bases de lo que hemos construido, sino que además fomentan conductas irregulares en nuestros niños.

No queremos parecer exageradas. Pero cuando se trata de corrupción creemos que es sumamente necesario cuidar la forma.

Susana Sierra
Tamara Agnic
Paula Valenzuela
Women in Compliance Chile
(Esta carta la suscriben otras 49 mujeres de Women in Compliance Chile)