Señor Director:

El Gobierno está desarrollando un proyecto de ley para entregar un subsidio público para el sector particular pagado en la educación parvularia. Ello fue anunciado para el nivel de sala cuna, y actualmente se está proyectando a los demás niveles.

No obstante, no hay evidencia para justificar la transferencia de este financiamiento hacia el actual sector particular pagado. Hasta la fecha este sector no está regulado, tiene fines de lucro, y no ha tenido que cumplir con mínimos estándares de calidad.

Es el sector público (Junji, Integra, VTF) el que ha demostrado mayores niveles de calidad. Son estos jardines y salas cuna los que mantienen una inversión financiera mucho más significativa por niño, cuentan con un sistema de monitoreo con estándares de altas exigencias, y pronto serán parte del Sistema de Aseguramiento de la Calidad y de la Ley de Desarrollo Docente. Sumado a ello, se ha avanzado en políticas de inclusión en que se han ubicado jardines públicos en sectores de clase media, permitiendo atender a familias de distintos estratos sociales.

No retrocedamos en lo ya avanzado. El aumento de la cobertura vía subsidio no puede ser a costa de la calidad y equidad de la educación inicial. Por lo demás, no podemos repetir los errores de la educación escolar, en que un subsidio competitivo desreguló el sistema en su conjunto, debilitó la calidad de la oferta y agudizó la segmentación social.

La expansión de la educación inicial debe continuar avanzando con un fuerte eje en la educación pública con altos estándares de calidad y manteniendo los principios de gratuidad e inclusión social.

Alejandra Cortázar
Centro de Estudios Primera Infancia

Alejandra Falabella
Universidad Alberto Hurtado

Claudia Lagos
Universidad Diego Portales

Cynthia Adlerstein
Pontificia Universidad Católica