La revista Science del viernes pasado seleccionó las cuatro tecnologías que cambian la biología.
La primera es CRISP-Cas, técnica compleja, como tijeras que cortan el ADN, la secuencia informativa que caracteriza cada célula (ver https://goo.gl/57EWdD). Lleva 10 años, está instalada ya en Chile.
La segunda, emparentada con la anterior, es "escribir" el ADN, el código genético, en una célula viva. Se aplica en agricultura, en humanos se trabaja con tino.
La tercera tecnología, la microscopía de "súper resolución", nos lleva al microcosmos profundo. Se instalan los puentes entre la microscopía óptica y la microscopía por rayos X y electrones, llegando a definiciones de nanómetros (mil millonésima parte de un metro).
El Dr. Esteban Vargas me mostró la microscopía electrónica en el Centro para el desarrollo de la nanotecnología y nanociencia de la USACh (cedenna.cl). Vi operar su microscopio de barrido con una resolución real de 50 nanómetros en un clima alegre de físicos, químicos, biólogos, ingenieros, aprendiendo a sacarles partido a imágenes de bacterias, o de gotas de lubricantes, explorando aplicaciones, recibiendo solicitudes.
Para Science, la microscopía de súper resolución puede mostrar mínimas estructuras celulares y sistemas vivos en 3D, incluso la forma y función de las sinapsis cerebrales.
El Dr. Francisco Nualart dirige el Centro de Microscopía Avanzada del Biobío, en la U. de Concepción (https://goo.gl/z8zLCX), con un gran microscopio de barrido y mucho más. Está orgulloso de su flamante IncuCyte, microscopía óptica, único en el continente, para seguir procesos celulares en un continuo durante días, aunque a menor resolución que los microscopios de barrido.
Microscopios de barrido funcionan en Minería, en la U. de Antofagasta; en Ciencias del Mar, de la Católica de Antofagasta; en la U. de Chile, en el Centro de Servicios Tecnológicos, y en las Facultades de Ciencias, de Ingeniería (https://goo.gl/dKzQaw), de Ciencias Sociales, de Odontología, y en el Instituto de Ciencias Biomédicas; la PUC (microscopia.uc.cl); el Cimis de la U. Andrés Bello (cimis.unab.cl); en la U de Valparaíso, en el Centro Interdisciplinario de Neurociencias (https://goo.gl/dB56v8); en la U. Austral de Valdivia.
La cuarta tecnología, la criomicroscopía electrónica (cryo-EM) por la cual se entregó el Nobel de Química en 2017, llega a mostrar en 3D la estructura de partículas de proteínas a una resolución cercana a la de un átomo. Con $300 millones se le podría agregar un sistema de frío al microscopio electrónico de transmisión del Cedenna de la USACh y podría operar sin destruir células vivas.
Gran inversión. Los equipos cuestan, aunque no tanto como educar a los investigadores y técnicos que los dominan. El Estado financia equipos, pero la gran queja es que resulta imposible la contratación del personal experto. La mayoría boletea.
Quedan tuertas estas rutas al descubrimiento, las tecnologías que nos abren el futuro.