COMO SI FUERA UN ESTUDIO DE LA MALDAD, como ya lo hizo Stanley Kubrick en "La naranja mecánica" (y manteniendo las distancias, claro), el director trasandino Luis Ortega se entrega al retrato filmado del asesino serial argentino Carlos Robledo Puch: real criminal que en los 70 hizo y deshizo a su antojo y es la persona con más años tras las rejas en Argentina: ya suma 46. Lorenzo Ferro debuta en grande como el protagonista y hace juego con su cómplice, a cargo de "Chino" Darín: hijo de Ricardo Darín al que hay que dejar de considerar como el "hijo de..." ya que posee méritos propios. Película que juega al absurdo y con notables momentos conjugados en una buenísima banda sonora, "El ángel" seduce, atrapa.
Drama. 2018. 90 min. 14 años.
"Mamma mia! Vamos otra vez"
ESTA SECUELA ES TAN BUENA como la primera cinta de 2008. Aunque no está Meryl Streep y los que suenan son los éxitos de ABBA menos conocidos, esta película saca la voz. Esta vez Sophie, la hija de la fallecida Donna (Streep), desea reabrir el hotel de su madre en Grecia, mientras se nos muestra en el pasado cómo una joven Donna (una talentosa Lily James) justamente llega a instalarse en la ficticia isla griega de Kalokairi al tanto que conocerá en el camino a los "tres padres" de su futura hija. A falta de Meryl Streep, esta es una película que saca lo mejor del coro de secundarios que puebla con encanto esta refrescante secuela: Amantes y amigas de una difunta muy viva.
"Mamma Mia! Here we go again". 2018. Musical. EE.UU. 116 minutos. T.E.
"The Fourth Estate"
ESTA SERIE DOCUMENTAL es el registro de la cineasta nominada al Oscar, Liz Garbus ("What Happened, Miss Simone?") al trabajo periodístico de The New York Times frente a la polémica administración de Donald Trump. Con un acercamiento humano y laboral impresionante, se narran eventos (el veto al diario, la trama rusa, etc.) con pulso, y, por momentos, parece la película "Todos los hombres del Presidente". Pero la realidad sin estrellas de Hollywood golpea mientras editores comentan en pantalla reacciones humanas ("no se hasta cuándo voy a aguantar esto") cuando las restricciones de la Casa Blanca se ciernen sobre ellos. Hay momentos memorables, como cuando un corresponsal soporta estoico -en una convención conservadora- los vítores que celebran las palabras del Presidente acusando a los medios de mentir; y momentos trágicos como cuando la redacción de The New York Times se queda muda frente a la falta de condena del mandatario a los supremacistas blancos por los terribles eventos de Charlottesville. Impresionante trabajo.
Disponible en YouTube.