Denzel Washington entró con "El justiciero" (2014) al subgénero de los hombres maduros buenos para blandir armas y hacer justicia con sus propias manos. Aunque era "hombre de acción" hace rato, el éxito de las películas en que Liam Neeson rescataba/vengaba seres queridos lo ayudó a seguir la misma senda, y para ello escogió adaptar una serie de TV de culto sobre un ex agente de Inteligencia devenido en detective privado. El "justiciero" de Denzel es un personaje mucho más acorde a su presencia: Un buen tipo, en extremo justo, que en esta secuela maneja un Uber y juega a ser el ángel de la guardia de los necesitados. Justo cuando su bondad está llegando a extremos ridículos, su "única" amiga es asesinada y la pelea esta vez es contra unos crueles mercenarios con mucho armamento y entrenamiento. El combustible de la historia sigue siendo la fantasía de cualquier papá: Un hombre invisible cuya balanza moral es ejemplificadora, con un pie (o los dos) en el sermón permanente, y que pese a todo consigue el respeto incluso antes de resolver las cosas con inteligencia suprema y una invencibilidad física digna de cualquier personaje Marvel. La dirección de Antoine Fuqua es madura y contenida, con un énfasis en los personajes por sobre las balaceras, que sin embargo no logra transmitir el amor que el lente de la cámara siente por el personaje. Y como cualquier sermón paterno promedio, es redundante y se alarga más de lo necesario. Con todo, una historia de venganza sin mucha adrenalina, pero con peso suficiente para dejarse ver. Y otra excusa para ver a Pedro Pascal codeándose con lo mejor de Hollywood.
"The Equalizer 2". 121 min. Mayores 14.