Frases, respuestas, consignas, afirmaciones, discursos, espontaneísmos, etcétera, etcétera también marcan épocas y/o momentos en la historia de Chile. Es en ese contexto que quiero opinar sobre las conocidas declaraciones de Varela y de Valente.
Marcan la época o los momentos las siguientes declaraciones que en algún momento se hicieron en la realidad chilena. Parto por el Presidente Ramón Barros Luco, un monumento a la ineptitud, quien sostuvo "que hay dos tipos de problemas: los que se solucionan solos y los que no tienen solución"; sigo con Arturo Alessandri en su primer gobierno, que trató a la derecha de la época como "la canalla dorada"; continuo con la dictadura de Ibáñez, quien para reprimir a la oposición sostuvo "que había que aplicar termocauterio arriba y abajo". Prosigo con los radicales, Pedro Aguirre Cerda con su "gobernar es educar" y Juan Antonio Ríos "gobernar es producir" y llegamos al segundo mandato de Ibáñez, cuya consigna principal fue "usaré la escoba para barrer a los políticos y a los corruptos", esta última frase dicha hace 66 años. Y llego a Frei Montalva que habló del cobre "como la viga maestra de Chile", y para enfatizar el camino propio de la DC sostuvo "no cambiaré una coma de mi programa ni por un millón de votos". Posteriormente, el Presidente Allende queda en la historia con su discurso final sobre "Las grandes Alamedas". Los 17 años de dictadura cívico-militar de derecha, encabezada por Pinochet, nos permitirían hacer un libro sobre sus frases, pero me quiero quedar con dos: "En Chile no se mueve una sola hoja sin que yo no lo sepa" y una de las más crueles cuando se descubrieron dos cadáveres de ejecutados políticos en un mismo ataúd y sostuvo: "Qué economía, pues". Don Patricio aportó con el reencuentro entre civiles y militares en su discurso en el Estadio Nacional y "justicia en la medida de lo posible". Saltamos al Presidente Lagos, quien aportó su frase "hay que dejar que las instituciones funcionen". Seguimos con Bachelet 1, con su afirmación en un discurso, "cuando el pueblo sale a la calle, la derecha tiembla". Continuamos con Piñera 1 cuando sostuvo al inicio de su gobierno que "en 20 días hemos hecho más que en los 20 años de la Concertación", y finalmente pasamos a Bachelet 2 cuando en su gobierno el senador Jaime Quintana aportó con su "retroexcavadora" y el ministro Nicolás Eyzaguirre con los "patines".
Como usted puede apreciar, estimado lector, en la selección de frases más arriba descritas hay mucho paño que cortar. Y llegamos a Varela y Valente. Partamos por Varela, quien al sostener que la infraestructura educacional pública hay que resolverla con "bingos" refleja varias cosas, pero la más importante, que desconoce absolutamente el papel del Estado en la dotación de recursos materiales para la educación pública. Expresa con esta frase una mirada ultraneoliberal, donde pretende aplicar el principio de subsidiariedad donde es imposible concretarlo. Refleja además que vive en una "burbuja" que no conoce Chile y que cree que el país es, como decía Felipe Berríos, "la cota mil". Por otra parte, "los huevos" de Valente reflejan, entre otras cosas, también su mirada ultraneoliberal, pero fundamentalmente también el desconocimiento de la realidad nacional. La misma semana que Valente llamó a colocar "los huevos" en distintas canastas, un organismo que depende de él, el Instituto Nacional de Estadísticas, publicó dos encuestas: la de presupuestos familiares y la de ingresos personales. En la primera se estableció que el 80% de los hogares chilenos con sus ingresos y gastos no llega a fin de mes; y en la segunda, esta institución sostuvo que: el 50% de los chilenos percibe un sueldo o salario inferior a $380.000 mensuales; que el 71% de los chilenos gana menos de $545.000 al mes; que el 88% de los chilenos gana menos de $1.000.000 mensuales y que solo el 1.5% de los chilenos gana más de $3.000.000 mensuales. Con sus afirmaciones, Valente también solo le habla a la "cota mil" y es curioso que un ministro de Economía no sepa cuánto ganan y cuánto gastan las familias chilenas al mes. En 10 años más, si sigo escribiendo esta columna, recordaremos el "bingo" y "los huevos" de los señores ministros en el segundo gobierno del Presidente Piñera.