Este documental, como varios otros, fue realizado por un descendiente de chilenos que perdieron la vida o bien la cambiaron por culpa del golpe de Estado, o bien por los años posteriores, cuando el brazo armado de la Dina fue cruel e implacable.
"Mi vida con Carlos" (2009), "El edificio de los chilenos" (2010), "Allende, mi abuelo Allende" (2015), "El color del camaleón" (2017), "Guerrero" (2017) o "El pacto de Adriana" (2017), son algunos de los títulos que pertenecen a una lista que en ningún caso es exhaustiva.
La mayoría los dirige y narra el afectado o la afectada: un descendiente que quiere llegar a la verdad y al que no le basta la historia oficial, es decir, la que le han contado sus familiares y cercanos.
El relato de heroísmo y resistencia de sus antepasados está en su memoria y cariño, y eso ya no se cambia, pero no es suficiente.
Entre la bruma y los cantos del pasado, entre las ideologías y miedos de esos tiempos oscuros, debe haber algo más. Y, en algunos casos, puede que haya algo peor.
Al director de "Venían a buscarme" su familia le dice Piti, pero su nombre es Álvaro de la Barra y en el registro civil fue inscrito como Alfredo Feres y así salió de Chile cuando era un niño.
Rumbo a Francia y luego a Venezuela, para volver a pisar Santiago recién en 1990, cuando viajó con su familia desde Caracas, con el fin de repatriar los restos de su abuelo, el dramaturgo Pedro de la Barra (1912-1977).
Esta es la película, entonces, de un hombre con acento venezolano que busca recomponer en una esquina de Santiago, en Andacollo con Bilbao, la muerte de sus padres: Alejandro de la Barra y Ana María Puga, miembros del MIR, emboscados y baleados por la Dina en diciembre de 1974.
Esa pareja, minutos antes del tiroteo, dejó en un jardín infantil a su hijo, y ahora, 44 años después, el hijo los busca con el documental "Venían a buscarme".
Encuentra una cadena de valientes que cuando Chile ardía hizo una posta para camuflarlo, rescatarlo y sacarlo del país.
Descubre cómo una ideología se encarnó en su madre y padre, miembros del MIR desde antes y después del 73, una pareja en la senda de la violencia, armas y clandestinidad.
El documental rasguña levemente una historia confusa y siniestra, donde todo se nubla: amistad, horror, delación y amor en Villa Grimaldi.
Y nunca deja de lado un rango de modestia, incluso se diría que prefiere ser imperceptible y pasajero.
Está desprovisto de mensajes y discursos, y desde luego no hay conclusiones generales ni universales.
Es simplemente la historia del Piti o de Álvaro de la Barra que rastrea en sus cumpleaños y niñez, por los álbumes o películas de sus tíos, lo que perdió entre las utopías, el odio y los procesos políticos: su padre y madre.
Ni siquiera en una fotografía en blanco y negro estuvieron los tres juntos.
"Venían a buscarme" es un documental familiar y transparente que se construye sobre un pasado enorme, borroso y temible.
Chile-Venezuela-Francia, 2017. Director y guion: Álvaro de la Barra. 85 minutos. Todo espectador.