Esta película no es una historia con el origen de Han Solo. No, a los tres minutos de película nuestro héroe ya está plantado frente a un mafioso de formas gusanoides explicando por qué no le ha pagado una deuda. Esto es una aventura bien poco original sobre un grupo de contrabandistas en una misión, con un montón de "explicaciones" sobre cómo ciertas cosas del universo de "Star Wars" llegaron a ser, en medio de giros que van desde lo predecible hasta lo abiertamente ofensivo (¿hasta cuándo esos personajes que dicen "no confíes en nadie" para luego traicionar y decir "te lo dije"?), todo entre secuencias de efectos visuales impresionantes que le darán al fan de la saga su dosis anual de sonidos, personajes y naves icónicas guerreando en las galaxias. Tiene sus momentos (Chewbacca se roba la película), pero el resultado final es definitivamente irregular, y muy buenas ideas que son abandonadas dos escenas después. Con todo, la reverencia a los fans es suficiente para mantener viva la marca, no así el interés de los que esperan una buena película.
"Solo: A Star Wars Story". EE.UU., 2018. 135 minutos. Todo espectador.