Lo mejor de esta cinta de Wim Wenders son los opresivos ambientes sicológicos que rodean a James (James McAvoy) y Dannielle (Alicia Vikander): él, un espía que anhela un gran golpe al terrorismo; ella, una científica que quiere llegar a la portada de "Nature". Los ambientes de encierro y de claustrofobia son el punto alto dentro de un melodrama quizás pedestre para la fama de Wenders, quien supo graficar como pocos el proceso de reunificación alemana con el díptico de "Las alas del deseo", y que puso los puntos en las íes como nadie en la somnolencia pesadillesca del sueño americano en "Paris, Texas". Lejos de esas coordenadas gloriosas, esta película usa algo del formato de los filmes de espías y mucho del melodrama para enunciar actuales problemas de la Europa del siglo XX, como la amenaza del terrorismo islámico y la sensación de estar tocando un futuro que se escurre de las manos. Romance fugaz y repentino entre dos trabajólicos que desean ser un aporte a la humanidad, finalmente sus propias soledades estarán contenidas en un cautiverio en Somalia, por parte de él, y dentro de un sumergible a profundidades fabulosas, en el caso de ella. Relato menor de un gran autor, la gracia es sumergirse en los detalles entregados con paciencia por un narrador como Wenders.
"Submergence". Alemania, 2017. 117 min. T.E.