A diferencia de erráticas comedias chilenas tipo "Sin filtro", por ejemplo, esta ópera prima de Lucho Smok posee más virtudes narrativas que cualquier intento de acercamiento comercial al humor del cine local reciente. Acá hay esmero en su estructura y propuesta: dos parejas de amigos, una más consolidada (Héctor Morales y la notable Elisa Zulueta) y una más hippie (Tiago Correa y Daniela Ramírez), cruzan una frontera irremontable y en una noche de desenfreno tienen sexo con intercambio de parejas. Aplicando en algunos segmentos un tono de visión "zorrona" de la vida que podría generar anticuerpos (un cuestionable tono light, si se quiere), sin embargo, pronto parte de la acción se diluye hacia una cara más amable de la comedia francesa. Y eso quiere decir que "Swing" fluye en general bien, que hay diálogos iluminados (Daniela Ramírez hablando amargamente del ciclo de la vida "femenina" con una templanza que luego pierde, y Alejandro Trejo siendo un padre demasiado honesto con su hijo, Héctor Morales, especialmente cuando hablan de sexo). Esto es una película para matar el rato, comercial y sin culpas respecto de ese propósito. Recomendable y risible.
Comedia. Chile, 2018. 95 minutos. 14 años