El mes de marzo se presenta como un período para segundas oportunidades en la cartelera teatral. Es una buena ocasión para ver esas destacadas obras montadas el año pasado, o más atrás, que no logramos ver. Porque el teatro es aquí y ahora y exige a los espectadores presencia física.

Quizás deberíamos partir con una joya teatral, "El húsar de la muerte", la emblemática obra del colectivo La Patogallina, dirigida por Martín Erazo, que dio nuevos bríos al teatro callejero nacional, y que en esta pieza reúne elementos de cine mudo, teatro físico, música en vivo y tragicomedia para narrar las hazañas de Manuel Rodríguez en su lucha por la independencia de la patria ante el sometimiento de la corona española. Todo esto en alusión a la versión fílmica de Pedro Sienna y con el magnífico diseño del ilustrador Juan Vásquez.

Por otra parte, marzo es sinónimo del inicio de las clases escolares y es interesante ver la veta política de la educación en "Liceo de Niñas", de Nona Fernández, bajo la dirección de Marcelo Leonart. Esta pieza nos invita a visitar la memoria histórica junto a tres liceanas de jumper -Carmina Riego, Roxana Naranjo y Nona Fernández-, un profesor de física (Francisco Medina), y un alumno fantasma (Juan Pablo Fuentes). Todo ellos circulan por los ductos subterráneos del establecimiento que había estado en toma. Desde ese agujero negro hablan de protestas, desapariciones y muertes en época de la dictadura, para luego abrir la trama a más dimensiones espacio-temporales cuando sabemos que permanecen treinta años en dicho agujero y salen a un presente de derrota y estupefacción. En el ejercicio memorístico hay originales cruces con la astronomía, por ejemplo, con la visita del personaje de Yuri Gagarin, las chapas de los personajes y frases de Carl Sagan. La puesta en escena incluye el atractivo diseño de Catalina Devia.

Una diatriba es una arenga condenatoria de algo o alguien. "Diatriba el desaparecido", de Juan Radrigán, es el testimonio de la viuda de un detenido desaparecido, protagonizado por Catalina Saavedra, que recrimina rabiosamente a la sociedad por la complicidad pasiva en los crímenes, y por haberle prometido verdad y justicia para que todo quedara en nada. El director Rodrigo Pérez toma la versión de Radrigán, del año 2005, y la convierte en narración con didascalias incluidas. El personaje central es apoyado por más actores y cantantes a modo de coro cívico que presionan más tonos en su demanda por la devolución del compañero desaparecido. El texto corre y se repite acompañado de voces e instrumentos. Es un espectáculo del que es difícil salir impávido porque nos interpela como ciudadanos y entra en una zona pendiente y dolorosa.

"Hilda Peña", es un poderoso monólogo escrito por Isidora Stevenson, dirigido por Aliocha de la Sotta, e interpretado por Paula Zúñiga como la madre desgarrada que pierde a un hijo cuando éste asalta un banco junto a miembros del Movimiento Juvenil Lautaro. Una bella pieza de cámara, que sin estridencias, nos permite ahondar en la historia de una maternidad precaria y comprometida, un duelo que se vive a solas al borde de la tristeza y la locura. Es increíble lo que autora, directora y actriz hacen con una mesa, silla y una pequeña cartera en un océano de palabras.

"Naturaleza muerta o la controversia de Daniel" es una obra escrita y dirigida por Amalá Saint-Pierre, es un original texto que toma como punto de partida la noticia de un joven que se lanzó, el 21 de mayo del 2016, a la jaula de los leones del zoológico y que desembocó en la muerte del animal. La dramaturgia es contundente para divagar por delirios mesiánicos, la figura bíblica de Daniel, la posibilidad de un alter ego, la representación metafórica de la naturaleza. La interpretación de Francisco Paco López y Ricardo Zavala, es eficaz para dar voz y cuerpo a la angustia de la locura, las disquisiciones entre hombre y naturaleza, la oscilación tragedia o locura, poder y libertad.

La figura del padre es un leit motiv literario relacionado con la herencia, los afectos y la independencia. Este mes hay dos obras que entregan delicadas reflexiones sobre este tropo. Una de ellas es "Hija de tigre", del colectivo La Laura Palmer, un equipo compuesto por Ítalo Gallardo y Pilar Ronderos, que ha seguido la metodología del biodrama en diversos proyectos. Esta vez ofrecen un delicado y conmovedor montaje en el que tres actrices reconstruyen su biografía, con materiales físicos (fotografías, cuadernos) para abordar a ese progenitor que oscila entre el mito, el secreto, el abandono o la traición. La otra pieza es "El Padre", de Florian Zeller, con la dirección de Marcelo Alonso, y protagonizada por Héctor y Amparo Noguera que interpretan los roles de un padre con la memoria deteriorada y una hija que lo cuida y se agobia con esa responsabilidad. Al mismo tiempo es un viaje enternecedor por la mente a la deriva propia del Alzheimer y el enfrentamiento con la muerte. Una obra que nos hace pensar sobre los afectos y la vejez, las pérdidas y el legado.

La cartelera, heterogénea y numerosa, nos ofrece un panorama de montajes para saldar cuentas pendientes y ponerse al día con el teatro local. Segundas oportunidades que no deberíamos dejar pasar.

COORDENADAS:"El húsar de la muerte": 30 de marzo al 1 de abril en Matucana 100 * "Liceo de Niñas": Hasta el 14 de abril en Teatro Nacional * "Diatriba el desaparecido": Hasta mañana en Teatro del Puente * "Hilda Peña": Hasta el 1 de abril en Mori Bellavista * "Naturaleza muerta o la controversia de Daniel": Hasta el 1 de abril en Teatro Taller Siglo XX * "Hija de tigre": Se reestrena el 21 de junio en Teatro Camilo Henríquez * "El Padre": Hasta el 21 de abril en Teatro UC.