El cine chileno rara vez abraza los géneros cinematográficos: la comedia, la acción, el terror; solo se produce, en gran medida, "cine chileno". El cine coreano, en cambio, no tiene miedo a hacerlo, y su riqueza es superlativa en ese sentido. Se trata de una industria que no teme conectar con las audiencias (ser comercial), pero al mismo tiempo entregar contenido artístico. Un ejemplo de esto es "La villana", de los mismos productores de "Estación zombie", que desde su estreno en Cannes ha sabido hacerse camino debido a sus sorprendentes secuencias de acción, y porque su historia no para de llamar la atención. La primera secuencia es una agobiante pelea en "primera persona" de una mujer -a la que no vemos- contra multitudes de rivales. Es una prodigiosa técnica de un ilusorio plano secuencia, y "La villana" está llena de esas pericias técnicas que sacan aplausos. Cine físico, hiperbólico y con una coreografía exagerada de la acción, es además respetuoso con la mirada de su protagonista, una especie de Uma Thurman en "Kill Bill" que va contra todos y todo. "La villana" es melodrama, adrenalínica acción y, sobre todo, una fortuna para la reducida cartelera nacional. Vaya a verla.
"Ak-Nyeo". Acción. Corea del sur, 2017. 123 minutos. 18 años.