Señor Director:

Quisiera sumarme a las cartas ya enviadas respecto de las ideas e iniciativas de modificar la PSU en el futuro, compartiendo nuestra experiencia como familia después de haber vivido y educado a nuestros hijos (7) por más de 13 años en Estados Unidos, tres de los cuales estudiaron la universidad completa y hoy trabajan en ese país.

Existen diferencias fundamentales en ambos procesos de admisión que me gustaría compartir para enriquecer el debate de ideas que busquen mejorar este sistema de acceso a la educación superior en Chile. En primer lugar, la prueba se puede rendir varias veces en el mismo período, quitándole la presión psicológica que existe en Chile y que obliga a los jóvenes a jugarse el todo por el todo en diciembre de cada año.

Adicionalmente, para calcular el puntaje ponderado, se toma el mejor resultado de cada prueba (verbal, matemáticas y escritura). Esto permite también quitar presión y concentrarse en cada prueba en aquella sección donde se obtuvo un puntaje más bajo en las pruebas anteriores.

Finalmente, la prueba mide más habilidades y aptitudes que conocimientos específicos que respondan a un currículum determinado. Es tan así, que la mayoría de los postulantes la rinden en el equivalente a III medio y algunos incluso antes. Esto responde a una de las inquietudes de mayor equidad que se han propuesto en otras cartas a este mismo medio.

Adicionalmente a lo anterior, el sistema de admisión en ese país además permite de manera muy fácil transferirse entre universidades, reconociendo el 100% de los créditos, pudiendo así partir en una de menor exigencia de puntaje y luego traspasarse y egresar en una de mayor exigencia y prestigio. Esto sin duda es otro elemento que les quita mucha presión a los estudiantes al momento de rendir la prueba y postular a la universidad.

Por todo lo anterior, y por muchas cosas más, se dice que Estados Unidos es el país de las oportunidades para todos.

Alberto Valenzuela Vaillant
Ingeniero civil industrial