Una nueva y positiva etapa en el marco legal para el intercambio se inicia con el acuerdo comercial suscrito recientemente entre Chile y Argentina. El convenio es de amplísima y moderna cobertura en complemento a la liberación comercial existente: suma disciplinas tan variadas como las aplicables a temas ambientales, laborales, telecomunicaciones, pequeñas y medianas empresas, compras públicas, comercio electrónico, competencia, cooperación y solución de controversias.

La normativa recientemente suscrita debería permitir aprovechar el enorme potencial del intercambio transandino, hasta ahora desequilibrado, tanto en las inversiones como en el comercio exterior. Mientras Argentina recibe inversiones nacionales por cerca de 20 mil millones de dólares, las inversiones de ese origen en Chile son escasas. Lo contrario ocurre en las exportaciones: las argentinas superan en más de tres veces los envíos chilenos al país vecino.

Esta tendencia comienza a equilibrarse desde la inauguración del Presidente Macri y son promisorias las expectativas para las inversiones y cooperación recíproca. Considerable fue el daño para las relaciones bilaterales durante la gestión de Néstor y Cristina Kirchner. En esos tres períodos presidenciales se introdujeron controles cambiarios y de precios, medidas paraarancelarias; incluso se desconoció el protocolo gasífero, hasta cortar el suministro de gas natural, en perjuicio de miles de empresas chilenas y centenares de miles de hogares.

Los acuerdos logrados son demostrativos de la prioridad y dedicación a la integración bilateral prestada por los embajadores en ambas capitales y por las autoridades y funcionarios de ambos países.

Imposible de omitir es la tarea pendiente en cuanto a la indispensable modernización y simplificación de los trámites y lamentables servicios que se prestan en los pasos fronterizos.

Los turistas argentinos son más de la mitad de todos los turistas que ingresan al país. A la vez, el país vecino es el primer destino de los nacionales. En muchos pasos fronterizos, unos y otros sufren trámites innecesarios y largas esperas a causa de carencias de infraestructura y de la falta de coordinación de los respectivos servicios, principalmente los aduaneros y fitosanitarios. Parecería que estos funcionarios han logrado imponerse al resto de las autoridades que favorecen el libre tránsito.

El gobierno del Presidente Macri y el nuevo acuerdo comercial fortalecen relaciones y la confianza entre Chile y Argentina.