Esta película de los hermanos Ben y Joshua Safdie tiene el mismo espíritu de los filmes del Martin Scorsese de los años 70: pura energía sin control, animalidad sin domesticar. En cada cuadro de este filme, que compitió en Cannes por la Palma de Oro, estos jóvenes realizadores neoyorquinos transmiten la misma vitalidad de "Taxi Driver", esa cumbre de Scorsese de 1976. Y esa similitud se transmite en una fidelidad hacia la moral real y criminal de las calles de Nueva York, sin concesiones de ningún tipo. Robert Pattinson, reinventándose desde "Crepúsculo" (vamos, no fue un tan mal inicio de carrera) a pesar de sus cortos años, está increíble en este filme neo-noir potentísimo, feroz y no apto para los estómagos delicados. Pattinson es un hermano mayor y criminal que intenta hacer lo correcto cuando un atraco sale mal. Ben Safdie, que también actúa además de codirigir, es pura emoción como el hermano distinto, con capacidades diferentes y que cae en desgracia durante una fuga que iba bien, pero que termina pésimo. Se trata de un filme de una energía nueva, fulminante y que hace recuperar la fe en las nuevas ideas del oxidado Hollywood.
"Good time". EE.UU., 2017. Drama. 101 minutos. 14 años.