Maroon 5 - "Red pill blues"
En la portada de "Red pill blues", el nuevo disco de Maroon 5, los músicos liderados por Adam Levine aparecen retratados con filtros inspirados en Snapchat, una parte del hábitat digital de la generación
millennial que a través del
streamingZ y la compra
online puede ser dueña del destino de cualquier banda actual. Un guiño adecuado para su fanaticada en los nuevos tiempos, pero también, siguiendo con la analogía a la red social y sus videos temporizados, una manera de boicotear su propia obra y presentarla como desechable.
Porque en el estudio le cuesta arrancar. Y si bien su vocalista -el único pilar que sustenta a la banda- encuentra una forma algo sonsa de interpretar que seduce, como un personaje de comedia romántica que encuentra el amor a pesar de sus desdichas, el giro hacia el funk de tintes electrónicos y el hip-hop amalgamado al pop radial los deja botados a mitad de camino, luego de una hora de ideas musicales que no se concretan en una propuesta definida y que hacen del trabajo un
mixtape con varios minutos de relleno.
Hasta antes del lanzamiento del disco, Maroon 5 había logrado un paso a paso consistente con una excelente elección de los ...
Sam Smith - "The thrill of it all"
Es fácil comparar a Sam Smith con Adele. Si bien la mujer de "Hello" aventaja a su compatriota en años de experiencia y volumen de ventas, ambos están dotados de una voz e interpretación que se acercan a la perfección, ganaron un Premio Oscar por Mejor Canción Original con un tema para la saga de James Bond y han convertido su diario de vida en su catálogo musical. Pero en su nuevo disco "The thrill of it all", el hombre de "Stay with me" se desmarca de su colega de manera natural.
A lo largo del trabajo, sus facetas son innumerables. Como variantes para ampliar su registro, vuelve a abrazar el electro pop de sus primeros años (cuando colaboró con Disclosure y Naughty Boy) en "Say it first", revela su lado más femenino en "One last song" y corona su
performance transformado en crooner en "Too good at goodbyes" y "Pray" -prólogo y epílogo, respectivamente-, evidenciando su capacidad para sostener su imaginario que habla de amores, quiebres, miedos y expectativas, solamente con su capacidad vocal.
Sam Smith estaba destrozado cuando lanzó su álbum debut "In the lonely hour" (2014). Venía saliendo de una relación amorosa y las líneas detrás del disco lo ayudaron a sanar las heridas. Ahora, con "The thrill of it all", el cantante blinda sus sentimientos para no revivir el sufrimiento a ratos latente y, de paso, alcanza un punto de madurez creativa en el que no teme explorar territorios que lo hagan sonar demasiado pop o demasiado meloso para la escena alternativa, más bien, se reconoce a sí mismo como un artista transversal.