Estaba a punto de caer en los brazos de Morfeo cuando el teléfono me despabiló. Me llama un ex curador que tuvo a su cargo notables exposiciones de artes plásticas. Escueto, me dice: "Murió Luis Diharce y nadie ha dicho nada". Como quedo sin habla, me pregunta: "¿Te acuerdas de él?" ¡Cómo no! Le digo que Diharce fue mi jefe cuando él editaba "La Pequeña Biblioteca", suplemento de Las Últimas Noticias que obtuvo merecidas recompensas por su ayuda a la labor docente.

Ahí conocí la serenidad que Diharce mantenía en todo momento. En medio de quince o veinte escolares hablando al mismo tiempo para que les ayudaran en sus tareas, él con paciencia de santo iba resolviendo cada problema sin inmutarse. Pertenecía a una cofradía de periodistas que hasta hoy se recuerdan: Luis Sánchez Latorre, Hugo Goldsack, Julio Martínez, Homero Bascuñán... Claro que es justo decir que también se destacó como pintor figurativo y geométrico.

En la Historia de la Pintura Chilena, el crítico Antonio Romera escribió: "Luis Diharce ha ido afirmando en los últimos años una sensibilidad aguda para representar las cosas humildes".

Lamento mucho su partida. Me hubiese gustado haber podido acompañarlo en el último adiós para decirle desde lo más profundo de mi lloroso corazón: "Gracias, maestro".

MENTESSANA