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Cartas
Jueves 19 de octubre de 2017
Subsidios para practicar abortos
Señor Director:
Hace unas semanas, nos enteramos por la prensa de que las principales organizaciones que realizaron lobby para aprobar el aborto, Aprofa y Miles Chile, ambas vinculadas con una red mundial de prestación de servicios de aborto (IPPF), pretenden hoy beneficiarse con subsidios para practicar abortos a nivel nacional y, además, acreditarse para ejecutar un supuesto acompañamiento.
Esto resulta gravísimo si consideramos que el rol que ambas han desempeñado en el diseño de la ley es incompatible con la realización de estas licitaciones bajo cualquier estándar de probidad y transparencia. Los incentivos de estas organizaciones están en la práctica de abortos y, considerando que dichas organizaciones nunca han reconocido algún tipo de riesgo o de secuelas asociados con el aborto, resulta imposible que puedan entregar información completa y fidedigna para realizar un programa de acompañamiento real.
El acompañamiento se ajusta a un modelo de atención biopsicosocial aplicado, entre otros ámbitos, a la prevención del aborto y el apoyo a mujeres que se encuentran en conflicto al inicio de la maternidad. Nunca un programa de acompañamiento puede inducir ni avalar conductas autodestructivas ni perjudiciales para la propia persona o un tercero, como las que están asociadas con el aborto, puesto que su acción se funda en el principio de no maleficencia. Por esta razón, el acompañamiento es esencialmente disuasivo. En cualquier intervención psicosocial, se debe tener en cuenta que la no coerción en la toma de decisiones no puede ir en desmedro de estos fundamentos, es decir, no puede ignorar la meta de evitar que se cause daño.
Hacemos un llamado al Gobierno para que garantice que las prestaciones ofrecidas a mujeres no se vean afectadas por el incentivo de particulares en la venta de servicios de aborto y para que impida que quienes pretenden beneficiarse al ofrecer esta nueva prestación estén junto a las mujeres en el momento de mayor vulnerabilidad durante sus procesos de discernimiento. También lo emplazamos a utilizar los conceptos de manera adecuada y a dejar de llamarle "programa de acompañamiento" a un proceso que no cumple con los principios básicos de esta intervención.
Rosario Vidal
Presidenta Movimiento de Mujeres Reivindica