Las universidades viven acreditándose, no hacen casi más que acreditarse. La institucional, los posgrados, las áreas obligatorias (salud y educación), las opcionales... Y ello sin contar la innúmera cantidad de procesos similares en tecnologías de la información, seguridad, prevención de riesgos, ley del tabaco, de no discriminación, de apoyo al discapacitado.... si hasta con la ley "Cholito" hay problemas: algunos campus comienzan a llenarse de canes y no hay nadie que los saque.

¿En qué momento de la historia la universidad occidental cayó bajo sospecha? Pues los que se supone son "procesos de aseguramiento continuo de la calidad", en la práctica muchas veces son verdaderas fiscalizaciones inquisitivas que, aparte, cuestan un montón de dinero a las instituciones. Por lo demás, ya nadie sabe, entre tanto formulario, estándar, criterio y otros, qué es o qué significa aquella bendita calidad.

Supongo que hoy ni Platón ni Aristóteles, ni Tomás de Aquino o Anselmo de Canterbury, tampoco Kant o Leibniz, podrían hacer clases en la universidad contemporánea. No publican "papers" en revistas indexadas "core collection" ni ganan proyectos con financiamiento de fondos públicos.

Por lo demás, en muchos sitios no es la aristocracia académica la que decide, sino el tecnócrata de turno experto en procesos e indicadores.