Freysia, un personaje muy secundario en la trama, afirma que lo vio con sus propios ojos, y el personaje en cuestión es una mujer tuerta.
Esta esperada y ansiada secuela de "Blade Runner" (1982) es un fiasco, una decepción y no hay otra manera de verlo, a menos que los problemas sean de oculista o bien por una falta de ojo.
Todo esto explica que se celebre la aparición de Deckard (Harrison Ford), el protagonista de la vieja película, para ver si de esta manera surge algo de esa aventura eficiente y ocurrente, con gran imaginería, diseño y desde luego pretérita.
Al menos un par de tiros, algo de nostalgia, también alguna pelea cuerpo a cuerpo y en definitiva algo de acción y que la película se mueva.
Después de Deckard el tablero se mueve, efectivamente, pero apenas y no lo suficiente.
"Blade Runner 2049" es una película de ínfulas sacras, ambiciosas, plúmbeas y con vocación por el mensaje solemne, donde otro personaje, Niander Wallace (Jared Leto), encarna ese ánimo pechugón y engolado.
Niander, por cierto, habría sido expulsado del universo Marvel por cursi y además por siútico.
El director Denis Villeneuve quiere filmar una catedral de la ciencia ficción y, si se puede, un monumento del cine de anticipación, pero el contenido es tan mínimo, liviano, burocrático y poco exigente, que lo que queda es pura escenografía, trucos digitales y una banda sonora y una iluminación de discoteca veraniega, donde las cosas se oscurecen o se aclaran según los caprichos del DJ.
Hay una secuencia donde otro personaje en un horno y en lo que era una fábrica y ahora es un orfelinato, se encuentra con un recuerdo clave de su infancia: un caballito de madera.
Villeneuve filma ese momento como si la humanidad estuviera dando un paso evolutivo equivalente al de "2001. Una odisea del espacio" (1968).
La ampulosidad y el deseo de estar frente a una película importante también explican el carácter de KD6-3.7. (Ryan Gosling), policía de Los Angeles, y un agente serio, circunspecto y con angustia interior. Su misión es la de rastrear antiguos replicantes fugados y escondidos desde el año 2020, que fue cuando se produjo lo que denominan el Apagón.
Dos personajes femeninos pueden ser lo mejor logrado: Joi (Ana de Armas), un espectro de energía y una mujer frutosa, comprensiva y preciosa que parece de mentira. Y es como debe ser: de mentira.
Y Luv (Sylvia Hoeks), una replicante elegante, dura y con cierto humor y sarcasmo, pero sobre todo un personaje que corresponde al género y actúa en consecuencia: es mala, cruel y no se anda con discursos.
"Blade Runner 2049" es todo al contrario, habla de los replicantes, del futuro y de la humanidad.
Su aspiración es mirar el universo y no es más que una película tuerta.
Quiere ser cine de culto y patrimonial, y no es más que un caballito de madera.
"Blade Runner 2049". EE.UU.-Reino Unido-Canadá, 2017. Director: Denis Villeneuve. Con: Ryan Gosling, Ana de Armas, Harrison Ford. 163 min. T.E. +7.