Desde hace algunas décadas el concepto de neuroplasticidad ocupa un espacio importante en los temas educativos y es un aporte necesario, para tener presente en la crianza de los hijos. Está basada en evidencia científica aportada por la neurociencia y se opone a concepciones anteriores que percibían al cerebro como una estructura rígida e inmodificable.
Que el cerebro de los niños -y en menor medida el de los adultos- tenga plasticidad, nos hace deducir que las experiencias que el medio ambiente va proveyendo al niño serán determinantes para el desarrollo de sus estructuras cerebrales. Existe evidencia de que hay momentos en los que estas experiencias son más decisivas para el desarrollo. El término "ventanas de oportunidad" alude a esos momentos en los que el cerebro está más abierto al cambio, especialmente durante los primeros años de vida.
Pero la plasticidad cerebral es una característica que permanece durante toda la vida. El cerebro, al ejercitar una función, es capaz de modificarse a sí mismo, creando nuevas conexiones neuronales para responder a las exigencias del medio.
La neuroplasticidad es un concepto esperanzador, que aporta flexibilidad y evita caer en un determinismo frente a las dificultades que puedan tener los niños. Nos saca de concepciones inmutables y nos aporta una mirada más abierta, dentro de la cual es posible la modificación y el cambio, lo cual nos estimula a trabajar en ello. El cambio y la reorganización son posibilidades abiertas para estimular a los hijos, pero también para los adultos.
En síntesis, la neuroplasticidad explica que el cerebro sea capaz de especializarse para cumplir con las demandas del medio; que pueda rehabilitarse cuando ha perdido una función por una enfermedad o accidente y que tenga la posibilidad de cambiar, a través del aprendizaje, nuevas funciones. Pero también explica que a través de su ejercitación pueda mantenerse el funcionamiento cerebral. Nos pone en un paradigma en el que lo que el niño aprende y las funciones que desarrolla están en directa relación con las oportunidades que brinda el entorno, con lo cual es posible compensar las dificultades. Cuenta con evidencia científica que la sustenta y permite promocionar acciones educativas que favorecen un desarrollo pleno.