Señor Director:

Los rectores de las universidades Adolfo Ibáñez, del Desarrollo, Finis Terrae, los Andes y Mayor están errados al afirmar ("El Mercurio", 24 de junio 2017) que la división del sistema universitario "no resiste racionalidad y argumento alguno bajo ningún parámetro objetivo de calidad y seriedad de los proyectos universitarios que existen en el país".

En efecto, los procesos de selección de las cinco universidades antes individualizadas y las del CRUCh ponderan en promedio las Pruebas de Selección Universitaria (PSU) en un 75,3 y 57,0% respectivamente (proceso 2016). Esta diferencia es un parámetro objetivo que revela las brechas de calidad y seriedad con las que se ejerce la autonomía universitaria entre esas cinco universidades y las del CRUCh; lamentablemente las primeras aún no asumen, o ignoran, las deficiencias que tiene la PSU en términos de equidad y calidad académica (2013, Informe Pearson).

Francisco Javier Gil
Director de la Cátedra Unesco de Inclusión a la Educación Superior Universitaria