Jorge Soto y Víctor Fuentes

En el salón Montt-Varas de La Moneda y sin la presencia de 12 de los 14 parlamentarios de La Araucanía, la Presidenta Michelle Bachelet presentó ayer el Plan de Desarrollo Integral de la Macrorregión de La Araucanía o Plan Araucanía.

La iniciativa se enmarca dentro de las respuestas a la Comisión Asesora Presidencial encabezada por el obispo de Temuco, Héctor Vargas, la que hace cuatro meses entregó la Mandataria un documento con 11 puntos prioritarios para los 20 miembros de la instancia.

La Jefa de Estado usó los ejes principales proporcionados por la comisión para plasmarlos en una batería de iniciativas -algunas transformadas en proyectos de ley-, con las cuales el Gobierno busca, según dijo, "hacerse cargo de una larga historia de conflictos culturales y de brechas sociales que se han traducido en un desafío, de una complejidad y tensión tal que no se soluciona de la noche a la mañana, ni con medidas efectistas".

Separadas en cuatro áreas -economía, reparación de víctimas, obras públicas y derechos indígenas- el Gobierno anunció un paquete de medidas, entre ellas, un proyecto de ley para decretar feriado el 24 de junio, el día del We Tripantu o año nuevo mapuche; la inversión en $7 mil millones en obras de riego y un programa de apoyo a la recuperación económica de personas y empresas afectadas por actos de violencia.

Debate regional

Los anuncios en seguridad pública y reparación a víctimas generaron debate entre dirigentes políticos y sociales. La controversia se concentró en Temuco.

El presidente de la Multigremial de La Araucanía, Luciano Rivas, dijo que "el plan está al debe con las víctimas de la violencia, porque se sigue hablando de la fórmula que ya nos presentaron y que no es novedosa, que es este cofinanciamiento de lo que han perdido".

El presidente de la Sociedad de Fomento Agrícola (Sofo), Marcelo Zirotti, calificó la propuesta como "una liviandad increíble" y fustigó que la Mandataria "haya actuado bajo presiones políticas" al no referirse "al mayor problema de fondo que tenemos en la zona, que es el terrorismo".

Desde la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) a través de su presidente, Ricardo Ariztía, catalogaron el Plan Araucanía como una "declaración de intenciones". "Lamentablemente nada garantiza que la reparación a las víctimas, el fomento de las inversiones, infraestructura, desarrollo productivo y capital de trabajo contará con los recursos necesarios para su ejecución y, por tanto, sean una realidad en esta región, donde se ha profundizado la violencia y postergación de muchos compatriotas", agregó.

El presidente de la Comisión Asesora presidencial para La Araucanía, monseñor Héctor Vargas, dijo que espera conocer la totalidad de las medidas que el Gobierno impulsará en la región. Sin embargo dijo que "en varios de los temas sensibles se constituye un avance que es necesario valorar".

"Quiero pedir perdón"

El discurso estuvo marcado por alusiones al pueblo mapuche y a víctimas de la violencia en la región.

"(Quiero) pedir perdón al pueblo mapuche por los errores y horrores que ha cometido o tolerado el Estado, en nuestra relación con ellos y sus comunidades", dijo en un momento la Mandataria, en medio de aplausos de la concurrencia.

Minutos después, solidarizó con "el dolor y las pérdidas que han afectado a todas las demás víctimas de la violencia rural en la región, y pedirles perdón por aquellas veces que como Estado no supimos asegurar la paz ni proteger su integridad".

El obispo Vargas valoró que la Presidenta haya "pedido perdón a las víctimas de la violencia rural. Ella hace un reconocimiento y un mea culpa de que efectivamente el Estado no ha brindado toda la seguridad necesaria".

El ex vocero de la Multigremial de La Araucanía y miembro de la comisión asesora, Emilio Taladriz, en tanto, valoró que la Mandataria haya hecho una petición de perdón a las víctimas. "Eso me parece importante, pero a renglón seguido, en el tema del reparo a las víctimas no hubo claridad. Se habló de Sercotec, pero es un instrumento débil para esto", expresó.

''Quiero reconocer el dolor y las pérdidas que han afectado a todas las demás víctimas de la violencia rural en la región, y pedirles perdón por aquellas veces que como Estado no supimos asegurar la paz ni proteger su integridad".

''Hemos fallado como país. Y por eso hoy aquí, en mi calidad de Presidenta de la República, quiero solemne y humildemente pedir perdón al pueblo mapuche por los errores y horrores que ha cometido o tolerado el Estado, en nuestra relación con ellos y sus comunidades".

''Quiero decirlo muy claramente: no hay espacio para quienes pretenden poner la violencia por delante. Aquí hay un camino solo para quienes vengan con las manos limpias y a cara descubierta, y los que persistan en la confrontación van a tener que responder".

MICHELLE BACHELET
Presidenta de la República