El Mercurio.com - Blogs : Presidenta Michelle Bachelet: "Hoy Chile es mejor que ayer, porque estamos construyendo bases nuevas y sólidas para que el mañana supere al presente"
Noticias
Viernes 02 de junio de 2017
Presidenta Michelle Bachelet: "Hoy Chile es mejor que ayer, porque estamos construyendo bases nuevas y sólidas para que el mañana supere al presente"
Jefa de Estado realizó un crítico diagnóstico de cómo estaba el país cuando asumió su segundo mandato y afirmó que "no ha sido fácil ni perfecto" el proceso de transformaciones.
En una intervención marcada por un tono más político que el de ocasiones anteriores, la Mandataria pidió continuar con los cambios una vez que termine su gobierno.
G. Muñoz y J. Martínez
"Esta es mi última cuenta en este gobierno. Y es la octava cuenta pública como Presidenta de la República, parte de toda una vida de servicio público. Ha sido una historia de compromisos y esfuerzos, con aprendizajes, con dolores, pero también con muchas alegrías". Transcurrían dos horas y un minuto de su cuenta pública de ayer, cuando la Presidenta Michelle Bachelet pidió "una reflexión personal", a la que dedicó los últimos nueve minutos de su discurso.
En ellos, la Mandataria realizó una férrea defensa de su gestión y, sobre todo, de sus reformas. Dijo que su Gobierno enfrentó la desigualdad, el malestar, la desprotección, la discriminación, la intolerancia, el individualismo y "las consecuencias de la ideología de mercado que le pone precio a todo y enfrenta a las personas entre sí".
Sello político
Había sido una jornada con varias particularidades que la hacían distinta a las siete anteriores cuentas de Michelle Bachelet. El tradicional Ford Galaxie que debía trasladarla quedó en panne, lo que obligó a la Mandataria a llegar al Congreso en un jeep militar (ver C10). Además, y por primera vez en una cuenta presidencial, la Mandataria no leyó el discurso en papel, sino que lo hizo mediante telepromter , sistema que falló por unos instantes, a la hora y 16 minutos de discurso, desconcertando a la Presidenta por unos segundos.
Pero más allá de lo anecdótico, la intervención se diferenció de las anteriores por las inusuales referencias a la realidad política, en que pidió no volver atrás y envió mensajes a su coalición de Gobierno: la Nueva Mayoría.
La Presidenta llamó a la unidad y lealtad de los demócratas progresistas (ver C3) y realizó trece alusiones a la administración de Sebastián Piñera. Como cuando dijo que en el actual gobierno se crearon 60 mil empresas más que en el anterior, o cuando dijo que entre 2010 y 2014 se habían creado 24 mil cupos para menores de 4 años en jardines y salas cuna, mientras que en el actual período se llegaría a 70 mil.
"Hoy Chile es mejor que ayer. Porque estamos construyendo bases nuevas y sólidas para que el mañana supere al presente", afirmó, para luego advertir de los riesgos de retroceder, en lo que fue interpretado como una clara referencia a un eventual futuro gobierno de la centroderecha.
"Nada de lo que hemos logrado está asegurado para siempre -afirmó-. Porque hemos aprendido, dolorosamente, que los avances históricos pueden sufrir retrocesos y afectar las vidas y anhelos de las personas. Todos hemos conocido en este tiempo las resistencias de algunos a los cambios porque afectan sus intereses particulares. Y si aceptáramos volver atrás, la desconfianza y el malestar seguirían siendo una pesada carga para todos".
"Tenemos el poder de seguir avanzando -agregó-. Podrán cambiar los gobiernos, pero no puede detenerse una historia impulsada por la fuerza de un país entero. Por eso, hoy quiero llamarlos a todos a hacerse parte en la construcción de Chile".
Fue la última parte de su intervención la que cosechó los aplausos más extendidos del discurso -de un total de 103, algo también inusual- e incluso en dos oportunidades sus partidarios vocearon el grito de "Michelle, Michelle". La primera de ellas ocurrió cuando aseguró: "Podemos sentirnos satisfechos y orgullosos de lo que hemos hecho. Yo lo estoy". Sus partidarios se pusieron de pie, y ella improvisó: "Muchas gracias, pero también es bueno pararse después de estar tanto rato sentado".
Alusiones históricas
Ya en su introducción había dicho que se presentaba ante el Congreso Pleno con la convicción de "quien ha recibido la misión de liderar transformaciones que no podían esperar más".
En esa línea apuntó a una sociedad con inequidad, privilegios y donde "impera la pura lógica de mercado, temas vitales como la educación, la salud o la vivienda pasan a ser bienes de consumo, que crean divisiones entre quienes pueden y quienes no pueden pagarlos. Ningún país en el mundo había alcanzado tal nivel de desarrollo manteniendo niveles tan altos de desigualdad. Y eso no era sostenible.
Hacia el final, dijo que se sentía orgullosa porque "identificamos a tiempo los desafíos y los enfrentamos" y se abordó sin tabúes el malestar que afecta la convivencia y frena el desarrollo. Luego mencionó la fortaleza de los chilenos. "Esa fortaleza es la que empuja el cambio histórico de Chile", dijo.
"No ha sido fácil, ustedes lo saben. Hemos debido enfrentar los bloqueos y a veces las limitaciones propias. Pero hemos enfrentado el fatalismo instalado entre nosotros. Ha habido quienes durante demasiado tiempo dijeron que no se podían cambiar las cosas, porque podíamos desatar tempestades, o porque es mejor hacer más de lo mismo que enfrentar creativamente las incertidumbres del mañana", agregó.
También citó figuras históricas: "Hace poco más de tres años abrimos las puertas a nuevas esperanzas. Tomamos la bandera que, de mano en mano, llegó hasta las nuestras. La bandera de O'Higgins. La bandera de Aguirre Cerda, Frei Montalva y Allende. La bandera de Chile". Y finalizó: "Podemos cambiar, y estamos cambiando", dijo, para finalizar: "Los invito a seguir empujando nuestro progreso, porque vamos por buen camino. Cada uno de nosotros es el protagonista. Tomemos juntos esta bandera. Vamos por buen camino. Cada uno de nosotros es el protagonista. Tomemos juntos esta bandera".
Finalizado su discurso, se le vio emocionada, con los ojos húmedos pero sin lágrimas, y se llevó la mano al corazón, en señal de agradecimiento.