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Cartas
Sábado 13 de mayo de 2017
Sobre Fátima, cien años, hoy, mañana
Señor Director:
Fátima es ya un acontecimiento muy estudiado histórica y teologalmente. Pero comentemos algo.
1. Los tres pastorcillos videntes pertenecían a los últimos en la escala del prestigio social. Eran "pobres", "ignorantes".
2. Buenos teólogos afirman que el centro del mensaje fatimítico es el dolor humano acompañando a Jesús de Nazaret.
3. María de Fátima es la compañera y madre de su Hijo, mártir del Calvario. Los tres pastorcillos siguieron fielmente esa escuela con heroicidad.
4. Según el sentir y pensar del gran teólogo Joseph Ratzinger, lo más asombroso de las palabras de la Virgen María a los tres videntes es una afirmación que futuriza: "Al final, mi Corazón Inmaculado, triunfará". Vale decir, que la victoria no es todavía plena. Es algo de cada "final" histórico, y será también lo último. Pero sobre todo, el que "triunfa" es el "Corazón Inmaculado", que no tendrá un éxito pasajero, será "triunfo" resurreccional en la Pascua del Señor Jesucristo.
5. El Papa y los Papas son personajes centrales. En las visiones aparece un hombre de blanco, que está muy al centro de los ataques furiosos del demonio. Pero el Papa es protegido y rescatado. ¿Quién es ese Papa? La individualización no es evidente, es plural (toda profecía sigue siendo harto enigmática, no es un puro golpe de claridad). El cardenal Angelo Sodano, según mi parecer, se equivocó cuando sostuvo en público que ese pontífice del mensaje transmitido por Lucía, Jacinta y Francisco era ya un personaje puramente del pasado. No ha sido así, y continuará no siéndolo. En 1981 fue el Papa Juan Pablo II, en el atentado con un balazo en la Plaza de San Pedro. La bala recorrió el cuerpo de ese Papa, esquivando milagrosamente, en su recorrido intracorporal, los órganos más vitales del santo polaco. Por eso, Juan Pablo dejó ese proyectil, recogido en la operación que se le hizo, incrustado en la corona más esplendente, que tiene la imagen de María venerada en el altar de Fátima hoy en día. Lo que ahora diga el Papa latinoamericano será un cierre, ciertamente, muy significativo.
P. Joaquín Alliende Luco