El profesor de Literatura Germain Germain (Fabrice Luchini) representa a millares de profesores en todas las latitudes cuando lee los primeros trabajos del 2º C del Liceo Gustave Flaubert: sus alumnos de 16 años no son capaces de escribir más de dos líneas y sus únicos escuálidos temas son las pizzas y los celulares. Hasta que se topa con un manuscrito un poco más extenso, bien escrito, que describe la visita de un adolescente a la casa de un compañero, en cuyo living sintió "el olor singular de una mujer de clase media". La frase sobresalta, con razón, al profesor y a su esposa Jeanne (Kristin Scott Thomas).
(¿Por qué nadie se sobresalta cuando presencia un gran plano en una película? ¿Por qué ha progresado tan poco la enseñanza para "leer" el cine?).
El manuscrito termina con otra palabra intrigante: "Continuará". El autor es Claude Garcia (Ernst Umhauer), un niño sin madre y con un padre paralizado, que se ha propuesto entrar a la casa de su compañero Rafael Artole (Bastien Ughetto), solo porque es "normal" y tiene una madre atractiva (Emmanuelle Seigner) y un padre bastante imbécil (Denis Ménochet). Los Artole son buenos, correctos y guardan sus pequeñas miserias en los clósets de la intimidad, como todo el mundo. Y, en efecto, son de "clase media".
El profesor Germain encuentra al alumno soñado, talentoso e interesado, y Claude identifica al profesor perfecto, entusiasta y frágil. De esos desequilibrios nace el relato, que avanza con la creciente intervención de Claude en la intimidad de los Artole y de Germain en la "creación" de su alumno.
Ozon es un gran narrador. No es un inventor de formas, sino un cineasta consciente de que un relato cautivador depende de las modulaciones, las omisiones y las tensiones que introduce en cada momento. Su cámara es pulcra y recatada (aunque lo que muestra no lo sea), pero no inocente ni neutra: su propósito es acumular misterio tras misterio, nervio sobre nervio. Es una disciplina visual que comunica la idea de que la pantalla está conteniendo unas energías tremendas.
Como siempre en sus películas, Ozon se mueve en múltiples niveles. La historia del profesor repasa los problemas recurrentes de la pedagogía, mientras su relación con Claude deriva hacia los de la manipulación emocional, la ficción y la realidad, el creador y la creación, la ética del arte, los límites de la representación, el espectáculo como intrusión y, en fin, la situación moral del que narra.
En la casa transfiere al espectador, con una clara voluntad de provocación, el problema central del relato de Claude: cómo terminar lo que ya se sabe que no puede concluir felizmente. Dicho de otra manera; la creación es una cosa extremadamente peligrosa.
Cuidado, los monstruos andan cerca.
Dans la maison.
Dirección: François Ozon
Con: Fabrice Luchini, Ernst Umhauer, Kristin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner, Denis Ménochet, Bastien Ughetto.
105 minutos.