Señor Director:

Esta semana vimos la fuerza del movimiento estudiantil frente a una reforma elaborada por el Gobierno a espaldas de los estudiantes y la ciudadanía, en un proyecto que profundiza la actual crisis de la educación chilena.

El martes marchamos más de 90.000 estudiantes en Santiago y cientos de miles en todo Chile porque la crisis está explotando en varias de nuestras casas de estudios. Lo que partió hace unos años con la Universidad del Mar, hoy se puede reproducir en varias instituciones: el colapso de la Universidad Arcis, las crisis financiera de la U. Iberoamericana, los cobros abusivos de la Universidad de las Américas, y el abandono de las universidades públicas regionales por parte del Estado son muestra de una crisis sin precedentes.

Presenciamos, además, el aumento exponencial de la matrícula en la educación superior a costa de miles de estudiantes endeudados. Si al 2010 éramos 400.000 endeudados, hoy ya sobrepasamos los 800.000, es decir, más de 17 estadios nacionales llenos. Se ha vuelto común conocer a estudiantes que alcanzan los $30.000.000 de deuda por estudiar, con un futuro incierto, por la saturación del mercado profesional. Hoy los conocidos "cesantes ilustrados" se ven obligados a buscar empleos mal pagados y que nada tienen que ver con lo que estudiaron.

Estamos ante una olla a presión y el Gobierno insiste tozudamente en empujar una reforma que no incluye a los afectados directos de dicho proyecto. El rechazo que vivió el Ejecutivo el pasado martes, mientras cientos de miles de estudiantes marchábamos en todo Chile, es reflejo del fracaso de una forma de hacer política que, soberbiamente, les da la espalda a los estudiantes y sus familias.

Al Gobierno y al Ministerio de Educación se les acaba el tiempo, pero hoy tienen la última oportunidad de abrirse al diálogo, responder públicamente a las propuestas hechas desde el mundo estudiantil e incorporar los cambios por los que tanto hemos luchado; de lo contrario, el colapso será inminente y esta olla a presión explotará en las calles cambiándole los planes, incluso los planes electorales.

Daniel Andrade
Presidente Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile