Waldo Díaz y María José Ahumada
Su campaña comenzó el 23 de noviembre de 2016, cuando renunció a su cargo de agente de Chile ante La Haya y se convirtió en precandidato presidencial del Partido Socialista. Los cuatro meses que siguieron han sido complejos. A ratos, dice, se ha sentido pasado a llevar. Este sábado se jugará su continuidad en la carrera.
En esta entrevista, Insulza argumenta las razones por las cuales solo está dispuesto a competir en la consulta ciudadana del 23 de abril para definir al abanderado socialista y que, en caso contrario, abandonará la competencia. Las otras cartas del partido son el senador Alejandro Guillier, quien hasta ahora se perfila en las encuestas como el candidato más competitivo frente al ex Presidente Sebastián Piñera, además del ex Mandatario Ricardo Lagos y el abogado Fernando Atria.
"El PS corre el riesgo de convertirse en un partido al servicio del candidato mejor posicionado, con el riesgo de que el mejor posicionado de pronto ya no esté tan posicionado".
"No se ha preparado la consulta ciudadana y faltan solo tres semanas. Es una cosa muy dramática. Si usted va al PS y pide el reglamento de la consulta, no está".
"¿Me he sentido pasado a llevar? Más de alguna vez, pero nunca irrespetado. Alguna gente se ha excedido en sus actitudes internas, que no han sido las que corresponden entre camaradas".
José Miguel Insulza
-El comité central del PS tiene que adoptar el sábado una definición sobre su candidato presidencial. Hasta ahora se ha hablado formalmente de convocar a consulta ciudadana, pero también existe la posibilidad de que el abanderado sea electo por un nuevo comité central. ¿Cómo lo interpreta?
-Es lamentable, y por eso no voy a ir al comité central del sábado. Se vuelve a discutir nuevamente lo mismo que se aprobó en un congreso y discutió en el pleno de noviembre y de enero. Entonces, hasta cuándo. Puede ocurrir que una mayoría del comité central decida volver atrás de lo que decidieron en el congreso. Bueno, si lo hacen, que cada uno asuma su responsabilidad. Creo que es bueno que el PS mantenga su consulta, tanto por razones políticas, legales como éticas. Lo dije en el comité central de enero, que si se quería hacer una votación en el comité central para elegir al candidato presidencial, por favor no me consideren. Lo reitero. No estoy con esto descalificando al comité central, que es la principal autoridad del partido, sino defendiendo la idea de que es pésimo cambiar una votación de todos los militantes del partido por una votación del comité central.
¿Es viable realizar una consulta ciudadana en las actuales condiciones?
-Si hay ganas, sí... Me he ceñido a las reglas del juego, pero hoy día la situación es mucho más compleja: no se ha preparado la consulta y faltan solo tres semanas. Es una cosa muy dramática. Si usted va al PS y pide el reglamento de la consulta ciudadana, no está.
-¿Cómo definiría usted la situación actual del PS?
-Hay una cierta paradoja. Estuve en la votación del domingo (de la directiva) y estaba lleno de gente en todos lados. Se había dicho mucho que iban a votar 14 mil o 15 mil personas como gran cosa, y votaron 27 mil o 28 mil. Esa es una cara del partido. Otra cara es un partido que, desgraciadamente, no ha sido capaz de poner todo ese vigor y toda esa fuerza en jugar un rol central en la próxima elección presidencial. Y que no les echen la culpa a los precandidatos. Ahí está el ejemplo de Carolina Goic, que no marcaba en las encuestas hasta el día en que la DC la nombró... El PS de pronto corre el riesgo de pasar de ser el partido más sólido de este país, a uno que está al servicio del candidato mejor posicionado, con el riesgo de que el mejor posicionado de pronto ya no está tan posicionado. ¿Y qué vamos a hacer? Ya no tenemos candidato propio, no vamos a tener capacidad de hacer cosas, no vamos a tener rostros que presentar. Yo creo que eso es un error.
-¿Una situación similar ocurrió en 2009?
-Hubo una cantidad muy grande de socialistas, que felizmente ya han vuelto, que terminaron votando por ME-O, esa es la realidad. Eso no puede volver a pasar. Ahora, yo siempre pensé que el ex Presidente Frei era un buen candidato.
"No voy a levantar otra fracción"-El embajador Ricardo Núñez estuvo hace algunos días en Chile y dijo que el PS pasaba por uno de los momentos más delicados en muchos años. ¿Concuerda con él?
-No, el PS tiene una militancia sólida y fuerte, importante, y es cuestión de vincular mejor a la militancia con la dirección... Podemos haber tenido algunas crisis de la dirección, pero en eso somos todos responsables. No voy a apuntar con el dedo a nadie.
-¿Se ha juntado con la senadora Isabel Allende?
-No, no he visto a Isabel Allende desde hace algunas semanas. No hemos tenido reuniones. Con Ricardo Núñez sí, una vez. Si me hubieran invitado a una reunión del sector renovado, al cual yo pertenecí muchos años, me hubiera gustado conversar de estas cosas abiertamente. Pero no fui invitado. Después se descubrió que fue una reunión para otra cosa: para ver cómo apoyaban a otro candidato (Ricardo Lagos).
-Al contrario de la senadora Isabel Allende, el ex Presidente Lagos dijo que los candidatos socialistas no marcaban en las encuestas precisamente porque la directiva no toma decisiones.
-Creo que si la directiva tomara las decisiones como las que dio Ricardo (Lagos), con todo respeto, no mejoraríamos mucho. Si hubiera un candidato socialista que sea representativo y que sea elegido por los militantes, yo le aseguro que otro gallo cantaría.
-El ex Mandatario reafirmó que no va a participar de la consulta del 23 de abril.
-Es su decisión. Respetuosamente, no creo que sea bueno llevar a nadie a una consulta a la cual no quiere ir.
"Esto no es un acto de rebeldía"-Usted afirma que el no hacer una consulta ciudadana tiene problemas políticos, legales y éticos. ¿A qué se refiere?
-No estoy diciendo que el comité central, de acuerdo con sus estatutos, no puede hacerlo, (pero) hay discusión. Esa es la parte legal: esto lo decidió un congreso y no sé si el comité central puede dejar de hacer una cosa que dijo un congreso. Yo no presentaría en ningún caso ningún recurso. No soy un militante díscolo, por así decirlo. No voy a levantar otra fracción ni voy a salir golpeando las puertas ni mucho menos. Voy a atenerme a lo que el partido diga, pero que cada cual asuma su responsabilidad de haber hecho o no haber hecho las cosas como el partido las decidió.
Esto no es un acto de rebeldía ni mucho menos. Voy a seguir militando en el PS y voy a seguir haciendo política, estoy muy disponible, pero si la decisión no se toma de la manera que me dijeron a mí y a todo el país, yo no participo... Es bueno que la gente sea consultada y, segundo, se vería un partido que actúa de acuerdo con principios y no con conveniencias puramente dadas por las encuestas.
-¿Por qué cree que usted no ha despegado en las encuestas?
-Puede haber situaciones personales, por cierto también las hay, yo lo admito. Pero eso lo sumas a todo lo que digan los compañeros del partido. Es muy difícil hacer una campaña diciéndome que yo soy precandidato para la consulta ciudadana del PS y, por el lado, andan todos los dirigentes en todo tipo de cosas, menos en promover la consulta ciudadana. Eso ciertamente afecta.
-¿Se ha sentido maltratado por el PS en esta campaña?
-No. No me he sentido maltratado por la directiva de mi partido, he recibido todas las garantías, pero ellos están en otra. ¿Me he sentido pasado a llevar? Más de alguna vez, pero nunca irrespetado. Pero sí alguna gente, que no voy a nombrar aquí, se ha excedido, sobre todo en sus actitudes internas, que no han sido las que corresponden entre camaradas, eso sí.
-¿Le ofrecieron un cupo senatorial por la Tercera Región, en reemplazo de Isabel Allende?
-Nadie me ha ofrecido un cupo senatorial. Con ocasión de las elecciones municipales y posteriormente, invitado por entidades, he ido a la Región de Atacama. Tengo grandes amigos allá, me entiendo muy bien con los dirigentes del partido, pero el tema senatorial nunca lo hemos discutido.