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Editorial
Sábado 04 de marzo de 2017
Temas Económicos
"A esto hay que agregar que el empleo por cuenta propia, en general, corresponde a trabajos de menor calidad que el asalariado. A modo de ejemplo, la Encuesta Suplementaria de Ingresos documenta en la medición de octubre de 2015 (última reportada) ...."
Decepcionante evolución del empleo
De la mano de una mediocre economía, la situación del empleo ha sido una constante preocupación durante los últimos años. A pesar de los esfuerzos de las autoridades por obviar las dinámicas del mercado laboral, los datos confirman un paulatino deterioro tanto en la creación de empleo como en su composición.
La economía chilena no ha podido demostrar capacidad para acelerar su dinamismo. El crecimiento del producto ha variado entre 1,5% y 2,3% en los últimos tres años y se espera una cifra entre el 1,5% y 2,5% para 2017. Y la gran mayoría de las variables clave del mercado laboral se ha visto afectada por el mediocre desempeño de la economía. Sin embargo, la tasa de desempleo no ha reflejado tal dinámica: desde diciembre de 2013, esta se ha mantenido entre el 5,8% y el 7,1%, cifras muy lejanas del 9% reportado a principios de 2010, cuando comenzó a funcionar la nueva encuesta de empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esto ha dado espacio para que la autoridad aplace la discusión de fondo respecto de los desafíos que enfrenta el empleo, sobre todo ante la inminente puesta en marcha de una nueva reforma laboral.
¿Quiénes son los nuevos trabajadores?
La actual metodología del INE, adaptada para reflejar estándares de la OCDE, califica a una persona como empleada si esta ha trabajado al menos una hora en la última semana. Así, no importa qué hizo o en qué se desempeñó. Una hora basta para ser definido como "trabajando".
Así registrados, durante 2013 el promedio mensual de chilenos empleados alcanzó los 7,79 millones, lo que implicó un crecimiento de 2,1% respecto del año 2012. En 2016, la cifra alcanzó los 8,11 millones de trabajadores, un 1,1% respecto del año anterior, e implica un magro 1,4% de crecimiento por año desde 2013. Las cifras demuestran el menor aumento en el número de ocupados observado en el último tiempo.
Pero más allá de la cantidad total de empleados, es importante caracterizar el tipo de empleo que se ha creado. El último informe de empleo del INE (trimestre móvil noviembre-enero) señala que los trabajadores por "cuenta propia", esto es, trabajadores independientes que no son empleadores, ha sido el grupo de mayor aumento, sumando 92 mil empleados al mercado laboral en doce meses. Después le siguen "empleadores", que crecieron en 27 mil personas, y "familiares no remunerados", que subieron en 15,7 mil personas. Por otro lado, el número total de trabajadores "asalariados" disminuyó anualmente en 1,2%, lo que se traduce en una destrucción de 68 mil puestos de trabajo, la mayor caída desde el inicio de esta encuesta y clara señal de los problemas de salud de la economía chilena.
A esto hay que agregar que el empleo por cuenta propia, en general, corresponde a trabajos de menor calidad que el asalariado. A modo de ejemplo, la Encuesta Suplementaria de Ingresos documenta en la medición de octubre de 2015 (última reportada) que el salario promedio de los trabajadores por cuenta propia fue de $276 mil mensuales, en tanto el empleo asalariado promedia $562 mil. A su vez, el empleo por cuenta propia tiene menor acceso a prestaciones de seguridad social y aloja gran parte de la informalidad del trabajo. Adicionalmente, el INE señala que gran parte del crecimiento de la creación de empleo en esta categoría se debe al aumento de quienes realizan su trabajo a tiempo parcial, en la casa de su cliente o en la vía pública. En particular, quienes realizan su trabajo en la calle correspondieron a la mitad del empleo por cuenta propia creado (46 mil personas).
Y el análisis sectorial también entrega datos reveladores, dado que varios sectores se han visto golpeados por el clima económico interno y las actuales condiciones externas. Un caso particular ha sido el de la minería. El sector explotación de minas y canteras ha mostrado una caída sostenida en el empleo durante los últimos años, con una reducción de 20,5% desde el último trimestre móvil de 2014 a la fecha. Esto ha significado una pérdida de aproximadamente 50 mil puestos de trabajo en ese sector en los últimos dos años. De igual forma, el sector manufacturero ha perdido 18,6 mil puestos de trabajo en el mismo período. Más recientemente, en el sector de la construcción, otrora gran creador de empleo, también el dinamismo ha mermado. En doce meses desaparecieron 5,8 mil puestos en el sector.
Optimismo de las autoridades
Ante las desmejoradas cifras, las autoridades han utilizado la estabilidad de la tasa de desempleo para argumentar que el mercado laboral se está comportando de forma estable o ha mostrado resistencia frente a este tiempo de bajo crecimiento económico. Un buen ejemplo de esto lo dio esta semana la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss. Considerando el leve aumento en la tasa de desocupación (6,2% versus 6,1% del trimestre móvil anterior), la personera argumentó que "es positivo que se mantenga dentro de la línea de la estabilidad". Esto a pesar de que el número de desempleados en doce meses ha aumentado en 7,9%.
En el contexto de estas complejas cifras, es difícil creer que el optimismo sea parte del real diagnóstico de las autoridades en materia de empleo. Como sea, es de esperar que dicha apreciación no nuble el accionar de las autoridades, en el evento de que la reforma laboral que se comenzará a aplicar en abril agudice los problemas del mercado del trabajo.