Carlos Said
El próximo 15 de abril culminarán 13 años de trabajo de Chile en la misión de paz en Haití, donde los efectivos nacionales, que actualmente suman 394, estuvieron a cargo de la seguridad de los 186 mil habitantes de la ciudad de Cabo Haitiano, ubicada al noreste de la isla.

Esta tarea internacional es coordinada por la ONU, la que reembolsa a cada país un monto por el gasto efectuado en la movilización de tropas y el pago de sueldos. Hasta el año pasado, la organización había devuelto más de US$ 218 millones a Chile, cifra que no alcanzó a cubrir el desembolso total efectuado, por lo que el costo neto en que ha incurrido el Estado chileno en Haití se eleva a US$ 177 millones.

Las cifras corresponden a los informes que anualmente entrega el Ministerio de Defensa al Senado, cuando solicita la extensión de la permanencia de tropas en el exterior. Y pese a que son montos elevados, los parlamentarios defienden el gasto por el efecto humanitario que tuvo en la isla y por la posición en que -dicen- quedó Chile frente a la comunidad internacional.

La instancia que analiza la continuidad de las misiones es la comisión unida de Relaciones Exteriores y Defensa, cuyo presidente, Jorge Pizarro (DC), sostiene que lo más destacable es que "se logró evitar una guerra civil inminente en Haití, por lo que nuestro país hizo bien en participar de la emergencia. También fue una gran oportunidad para que nuestras Fuerzas Armadas actuaran de forma coordinada en tareas de paz".

Con todo, admite que una complicación fue el largo período en que estuvieron las fuerzas en la isla: "Ahora serán repatriadas, pero todavía hay una situación de inestabilidad muy grande, pese a que ya no existe la polarización que había hace 15 años". Pero destaca que se haya logrado establecer "que esta era una fuerza de paz y no de ocupación, que es lo complejo de participar en estas misiones".

El senador Francisco Chahuán (RN) también defiende la misión chilena en la isla caribeña, porque esto le permite hacer alianzas en el futuro y tener mayor influencia en la región. "La misión en Haití fue clave para eso y ha habido un amplio reconocimiento al rol de nuestras Fuerzas Armadas", asegura.

Respecto a los recursos gastados por el Estado, Chahuán cree que es menor "si se compara con lo que cuesta en sueldos mantener las tropas en Chile".

La etapa que viene

Con el paulatino retiro de los cascos azules, irá quedando solo la dimensión civil de la ONU en la isla. Es decir, aquellos equipos que los países envían para ayudar a las autoridades locales a reforzar las instituciones, que hasta hace unos años eran corruptas, débiles o inexistentes.

Sobre esta fase, el senador Chahuán explica que ahora la misión debe pasar de la estabilización al desarrollo de Haití -el país más pobre de América-, y cree que Chile debe contribuir en eso. "Se requiere avanzar en institucionalidad y tenemos que exportar nuestros procesos de gestión y registrales, como los que aplican la Contraloría y el Registro Civil", propone.

También subraya que los ministerios podrían ayudar a las autoridades haitianas firmando convenios de cooperación y fortaleciendo las relaciones bilaterales en diversas áreas.

El senador Juan Pablo Letelier (PS) concuerda en que "lo que hicimos como país fue óptimo y se avanzó en la estabilización, pero falta mucho en la construcción de instituciones, y en eso hay que seguir cooperando", como en la formación de la policía local con el apoyo de Carabineros y la PDI. "La realidad en Haití es un tema que nos seguirá preocupando en la región, pero hace tiempo hemos planteado que es necesario transitar hacia la cooperación", concluye.

"Desde el punto de vista de las relaciones exteriores, es bueno demostrar que estamos involucrados en la mantención de la paz de la región".
Jorge Pizarro
Senador DC

"La presencia de la operación de la ONU fue positiva y necesaria ante todo, pero es necesario transitar hacia la cooperación".
Juan Pablo Letelier
Senador PS