Antes de abrir el libro de reclamos, sepa a qué tiene que resignarse:
-Sí. El reggaetón es muy básico: usa un solo patrón rítmico, el
dembow, que se impone a rajatabla a cualquier otro aspecto musical, como la armonía u otros recursos musicales. Pero es como un llamado de la selva, una cosa tribal, que convoca lo más auténticamente primario del ser humano. También, por eso mismo, es tan genital (que no sexual, ni erótico) en sus letras. O sea, tiene larga vida: los reggaetoneros surgen como callampas después de la lluvia y un día cualquiera su máximo exponente será uno chino, un japonés o un coreano. (Ya verá).
-El humor seguirá siendo coprolálico, escatológico y con (supuesta) "crítica social", como pomposamente fueron presentados algunos. Ya lo vio: ni los humoristas que se llenaron la boca con aquello del "humor blanco" en las entrevistas y conferencias de prensa no tienen la más peregrina idea de qué se trata aquello.
-El estilo Chilevisión se desplegó este año en todo su "esplendor" (complete la oración).
-En este contexto, que Carolina de Moras siga necesitando sesiones de fonoaudilogía no importa nada: es tan linda, tan fina, de alma y de aspecto, que es como un bálsamo solo verla. Ello, aunque cuando abre la boca no sea más que para usar un puñado de lugares comunes, como "maravilloso", "qué gran artista", "escucha a la Quinta", "mira el público". Rafael Araneda anda por ahí, pero es dueño del escenario cuando hay que salvar situaciones.
Ya dando por sentadas las derrotas, pasemos a los "hitos":
-La retada de Isabel Pantoja. Ayer la volví a escuchar y es maravillosa: hay que ser un animal de escenario nivel
platinum para detener el show y manos en jarra pegarle un raspacacho al jurado y al palco en general, por la rotería de estar hablando o chateando mientras ella actuaba. ¿Y si le pedimos que venga a poner "orden en la sala" cuando alguien expone en el Congreso?
-La carta de Alberto Plaza. Usted podrá estar total o parcialmente de acuerdo o en completo desacuerdo, pero desde que "El Mercurio" publicó su protesta nunca más se detuvo la discusión que instaló.
-A propósito de lo anterior y de lo que señalamos en el "libro de reclamos", las discusiones (por la prensa, por redes sociales, en los programas satélites) fueron bien poco elegantes, la verdad. Es el sello, ya lo dijimos.
-Lo guapo que es Maluma. Sin ofender, los reggaetoneros y todo su "blin bin" suelen tener aspecto patibulario. Así es que dejen de trollear a Giorgio Jackson porque dijo que el colombiano de "Cuatro babys" es "terrible de mino" porque es la pura verdad nomás. Que canta menos que la Paulina Rubio es otra cosa: si para eso tenía tremendo coro y buenos músicos.
-Ley Estadio Seguro para la Quinta. Sin formar una comisión investigadora, ¡por favor!, ¿alguien puede explicar cómo es que había una garrafa y más vidrios que en una botillería en la querida galucha mientras actuaba el humorista Rodrigo Villegas la madrugada del sábado? El incidente, a combos y ron, terminó con la intervención de Carabineros.
-Por primera vez en la larga historia del Festival de Viña, el piscinazo de la reina del Festival se aguó, literalmente: en su lugar lo que hubo fue una protesta social. Una de verdad, no de rutina humorística.