"Su sueño fue innovar en el periodismo. Diferenciarse por completo de todo lo que circulaba en la década del 20. Ansiaba mostrar al individuo que estaba por detrás de un acontecimiento, su personalidad y contexto. Buscaba el impacto noticioso. Y cómo se salió con la suya". Así recordaba una crónica de "El Mercurio", el 2 de marzo de 1967, a Henry Robinson Luce, fundador de la revista Time, quien falleció en Phoenix, Arizona, el 28 de febrero anterior, de un ataque al corazón.

Tenía 68 años y llevaba más de 40 marcando tendencia con un nuevo estilo de hacer periodismo. Junto con su compañero de Yale, Briton Hadden, hizo posible la impresión del primer número del famoso semanario estadounidense, el 3 de marzo de 1923, el que continúa, hasta hoy, bajo los mismos principios inspiradores: pasión por la novedad, por las fuentes confiables, por la buena curiosidad, por las distintas miradas y por los relatos breves, bien investigados, profundos y fotográficamente atractivos. "Contamos la verdad según cómo la vemos, es difícil ser objetivo", justificó una vez Luce cuando la publicación tomó partido ante alguna controversia.

Pero comenzar no fue fácil. La falta de capital les jugó en contra. Lograron reunir 86 mil dólares, muy lejos del millón que imaginaban. La filosofía inicial fue: "La gente se encuentra desinformada porque ningún medio se ha adaptado a su escaso tiempo". Existía, por aquella época, el propósito de ordenar los contenidos, incluyendo temas especializados con antecedentes de fondo. Estaban, también, resueltos a ser concisos y evitar las crónicas largas, llenas de frases tediosas.

Hasta que las ventas aumentaron y la circulación llegó a 70 mil ejemplares al año siguiente. "De ahí para adelante, vino el fenómeno, que alcanza un tiraje de tres millones. En la familia magazinesca Time Incorporated, cuyas oficinas se alzan en un rascacielos en Nueva York, se cuentan Life, Fortune, Sports Illustrated y otras publicaciones, cuyos activos pasan de los 260 millones de dólares, con entradas brutas anuales de 340 millones de dólares", consignaba un editorial de 1967.

Sobre la vida de Luce, se decía que nació en Dengzhou, China, donde su padre fue misionero presbiteriano. "Regresó a Estados Unidos a los 15 años. Ayudó en su educación lavando platos o trabajando como mozo, hasta egresar con la mayor distinción de su curso en Yale. Después de servir en el Ejército y desempeñarse como periodista asalariado, se lanzó a sus planes. Se casó dos veces y le suceden dos hijos".

Durante un aniversario reciente de Time, que en la actualidad forma parte de un verdadero imperio de las comunicaciones -Time Warner Inc.-, sus editores concluyeron: "El periodismo puede ser una noble empresa. Hace que la gente piense, y que piense diferente. Puede dar poder y liberar. Y, por supuesto, puede ser entretenido y excitante". Como el sueño de Luce.