El equipo más deficiente de la temporada, con distancia y notoriedad, es el Arsenal de Inglaterra.
Qué espanto y que deplorable su actuación en la liga inglesa, y no digamos en el concierto internacional, donde la derrota con el Bayern Munich, como visitante y en Alemania, fue una vergüenza incalificable y dolorosa.
Es terrible lo que sucede con nuestro Alexis Sánchez.
Es una tragedia semanal del fútbol moderno.
Es imposible ganar algo con ese cuadro mediocre, descaminado y opaco.
Es una maldición tener como compañeros a gente tan obtusa y hasta ridícula.
El chileno está rodeado por paquetes, encomiendas y paquetones. Tira una pared y le devuelven una manilla rota. Corre al vacío y le lanzan un pase balbuceante. Los deja solos en el área pequeña y no son capaces. Los acompaña en el frente de ataque y se enredan.
Ustedes no son nada y Alexis, goleador, lo es todo.
Debe ser un calvario jugar rodeado por tanto seleccionado nacional que no tiene idea de fútbol. Es que son pésimos, aunque sean seleccionados de Inglaterra, Alemania, Egipto, República Checa, Colombia, España o Francia.
Son unos compañeros mediocres, incapaces de seguirlo y que no le pegan al quinto bote, y más lo perjudican que lo benefician.
Es que Alexis no los puede seguir rescatando, es que no lo merecen, por malos y recontra malos. Mediocres, chatos, inservibles.
Y además con un entrenador pasado de moda como Arsene Wenger, un señor vetusto, obsoleto y sin ninguna puesta al día. Se ve sin energía ni ánimo. Un veterano perdedor y plomizo.
Arsenal es un equipo incapaz e intrascendente, con 130 años de vida institucional y una muy mala vejez, por decrépita, olvidadiza y patética.
Alexis, alguna vez, salvó al Fútbol Club Barcelona, y todavía no sabemos por qué lo dejaron ir, pero de seguro que en el cuadro catalán siguen arrepentidos, ¿o no?
Y desde luego que salvó al Udinese, un equipo muy menor y más insignificante que el Arsenal en el mapa futbolístico de Europa.
Lo concreto y actual es que Alexis se está hundiendo en ese club inglés, por culpa de un entrenador ineficiente y unos delanteros, mediocampistas, defensas y arqueros, de niveles inferiores y calidades nulas.
Lo decimos objetivamente. No es porque el jugador sea compatriota. En absoluto, algo puede influir, tampoco lo vamos a negar, porque así de justos somos nosotros, además de respetuosos, analíticos, educados, honrados y equilibrados.
Es cosa de mirar el espejito en la pared, preguntar y dejar que el reflejo responda.