Kenneth Lonergan, el escritor y director de esta maravilla, es un artista que junto a otros colegas de generación (Barry Jenkins, director de "Moonlight"; Denis Villeneuve, de "La llegada", por mencionar otros nominados al Oscar como él) está formando parte de la mejor cosecha en años de directores con algo qué decir. Es una generación dorada de artistas, y en ella, Lonergan hace una aproximación hacia el cine de los años 70, el Nuevo Hollywood, porque esta es una historia de gente común y aparentemente sin nada relevante entre manos. Pero detrás de cada pequeña historia, puede haber un gran relato y esa marca la lleva la cara de tristeza de Casey Affleck: el apagado y casi invisible hombre que sale de un ostracismo social cuando debe hacerse cargo de su sobrino adolescente, el extraordinario debutante Lucas Hedges. Emocionante sin ser melosa, gravitante sin ser pesada, "Manchester junto al mar" es una película sobre la redención y sobre empezar de nuevo en el mismo lugar: una ciudad que nunca volverá a ser la misma de antes, pero por lo menos, sí más respirable. Hermosa y ruda fábula que hay que ver sí o sí.
"Manchester by the sea". Drama. 2016. EE.UU. 137 minutos. Mayores de 14 años.