Señor Director:

Los vicios del populismo se han extendido hasta llegar a la lengua de Cervantes. Con terror a que se les vayan los votos de las mujeres, los políticos comenzaron a usar frases del tipo "bienvenidos y bienvenidas trabajadores y trabajadoras", sin saber que cuando se designan seres animados en plural, el masculino denomina a todos los individuos de una especie, sin distinción de sexos: "En mi barrio hay muchos perros". Por el principio de economía del lenguaje no decimos "hay muchos perros y perras". El abanderado de esta aberración idiomática es el Presidente Maduro, que en ciertos arrebatos alucinatorios ha llegado a decir "los millones y millonas de venezolanos", o la todavía más surrealista frase "atletas y atletos de todo el continente" (dos ejemplos verídicos, aunque parezca ciencia ficción). Tal vez en su próximo discurso en un colegio dirá: "A todos y todas los estudiantes y estudiantas de este colegio; a los cantantes y cantantas del coro, a los adolescentes y adolescentas; representantes y representantas de los profesores y las profesoras, integrantes e integrantas de las delegaciones, los y las saludo con un gran abrazo y una gran abraza". Solamente se justifica expresar la diferencia cuando el masculino y el femenino son palabras diferentes: "damas y caballeros", "vacas y toros".

La confusión está llegando a los extremos de que ya muchos están escribiendo en las redes sociales frases del tipo "gracias a tod@s mis amig@s que me saludaron para el cumpleaños". Muchachos, esa arroba es una señal de ignorancia. Por favor, no la usen. Por favor. Muchas y muchos gracias y gracios.

Alberto Plaza