La noticia de su embarazo hace feliz a todo el mundo, menos a ella. Se llama Camila (Paulina Moreno), es una joven estudiante de danza y simplemente no puede caer en la fiebre de planes, compra de ropita y selección de nombres que todos a su alrededor parecen padecer. Una situación agobiante que poco a poco empieza a empeorar, y que deja a su protagonista como una heroína improbable que se define por su deseo de no ser madre todavía. Con una cámara que sigue de cerca a su protagonista, y que vierte todo lo que tiene que decir en la expresión cansada de Camila, la película es un relato cercano e incómodo, que no ofrece muchos matices sobre lo que está diciendo, y que tiene su mejor arma en las actuaciones y la simpleza para abordar aquello que es tan complejo. Honesta y muy humana hasta el final.
Chile, 2016. 66 minutos, mayores de 14.