El Tren Expreso Coreano, conocido por sus siglas de KTX, sale de la estación de Seúl rumbo a Busán a los 16 minutos de película.
Previamente y antes de la plaga y el Apocalipsis zombie, un pequeño camión atropella a un ciervo en la carretera, el conductor se baja, revisa algún daño en el camión, sigue su camino y no descubre lo que posteriormente sucede: el animal revive y se rearma sanguinolento y con mirada acerada.
Esta película no es "Bambi" y la referencia no debería ser inocente, porque la filmografía previa del director Yeong Sang-ho eran tres películas de animación y la última, "Estación Seúl", conformó un díptico con "Estación Zombie", que fue su primera historia con actores de carne y hueso, y nunca mejor dicho.
En el cuarto de hora inicial, entonces, se presenta brevemente a los protagonistas.
Seok Woo (Gong Yoo), un ejecutivo financiero, y su pequeña hija An-Soo (Kim Soo-ahn), niña despierta e intrusa, que escucha una y otra vez los consejos del padre: que se cuide a sí misma y no piense en nadie más.
Hwa Sang (Ma Dong-seok) es fuerte y bruto, y su esposa embarazada, Gyeong Sung (Jung Yoo-mi), es una mujer grácil y decidida.
Yong Suk (Kim Eui-sung) es el jefe de estación que viaja como pasajero, y un personaje que a medida que transcurre la aventura se convierte en un miserable de marca mayor, por insoportable, irrompible y por una capacidad de sobrevivencia que carece de límites.
Yong Suk, un gran personaje secundario, está más allá de los zombies y de los humanos, porque concentra lo peor de ambos mundos.
En el tren rápido y moderno también viaja un vagabundo como polizonte, un equipo juvenil de béisbol y dos viejas hermanas que se querrán hasta las últimas consecuencias.
Y antes de la partida y que las puertas se cierren, salta a bordo una joven herida, coja, atontada e infectada.
El tren a Busán parte a los 16 minutos de película.
Las razones para explicar la plaga son innecesarias y puede ser cualquier cosa: químicos en el aire, el clima humano de la sociedad, lluvias ácidas, el hambre por ser mejor, la venganza de la madre tierra o simplemente lo que alguien construyó, comió o pensó.
El asunto es que los infectados y los sanos, por los vagones destruidos y astillados, cruzando túneles, por la estación de Daejeon, en los baños estrechos y en todos y cada uno de los escenarios, van a cumplir su papel: luchar y matarse, encerrarse e intercambiar posiciones.
La plaga crece porque la hierba está seca y es mala, se extiende por una atmósfera ya contaminada, y en el tren, por las ciudades y en el país entero, están dadas las condiciones para la enfermedad colectiva: egoísmo, crueldad y desconfianza.
"Estación Zombie" se sostiene con un pulso narrativo incesante e impecable, en vez de respiro hay jadeos y no solo no hay lugar donde esconderse, sino algo más terrible: casi nadie merece salir vivo. O muerto.
"Busanhaeng". Corea del Sur, 2016.
Director: Yeong Sang-ho. Con: Gong Yoo, Kim Soo-ahn, Kim Eui-sung.
118 minutos. Mayores de 14 años.